Por Gilberto Lavenant
Coahuila esté muy lejos de Baja California. Lo que allá ocurra, poco o nada debe interesar a los bajacalifornianos. Sin embargo, la detención de un exfuncionario estatal, la mañana de ayer sábado, movió el tapete de los priístas de todo el país.Se trata de Héctor Javier Villarreal Hernández, quien fuese Secretario Ejecutivo del Sistema de Administración Tributaria durante la administración de Humberto Moreira como Gobernador y a quien se le acusa de haber sido el autor de la falsificación de documentos para obtener, indebidamente, créditos millonarios que hoy agobian a dicha entidad.
Este asunto, ha hecho pasar serios apuros a Moreira, dirigente nacional del PRI. Resulta que al asumir la gubernatura de Coahuila, había adeudos por solo 196 millones de pesos y al dejar el vargo a inicios de este año, ascendieron a 32 mil millones de pesos.
Los panistas, que ya no soportaban la agresividad del dirigente nacional del PRI, pusieron atención en la crisis financiera que Moreira dejó en el Estado de Coahuila y encontraron que en la gestión de un par de créditos millonarios, la administración del ahora dirigente nacional priísta, utilizó documentación falsa. De inmediato, obviamente, hicieron la denuncia formal ante la Procuraduría General de la República. Apenas hace unos días el Congreso de la Unión acordó pedir que se siga adelante con la investigación.
Para muchos, en base a esa denuncia, el gobierno federal ya le anda pisando los talones a Moreira, dirigente nacional del PRI. Los más enterados, afirman que “…la lumbre ya le llega a los aparejos” a Moreira. No ha faltado alguien por ahí que, a voz en cuello, alarmado advierte : ¡ Coahuila, arde..!
La alarma subió de grado, cuando este sábado se supo de la detención del excolaborador de Moreira. Sin conocer los antecedentes, de inmediató surgieron temores fundados de que en cualquier momento capturarían a Moreira. El PRI se quedaría sin dirigente nacional, a unos meses de iniciar formalmente la contienda nacional y esto lesionaría seriamente al abanderado priísta a la Presidencia de la República. Es más, se dá casi como un hecho que en breve, Moreira habrá de renunciar al cargo, “por motivos de salud”.
Una nota periodística, fechada el 27 de agosto de este año, refería este asunto en los términos siguientes : “…Un trámite de rutina en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a principios de año, condujo a una trama para avalar con documentación federal falsa un crédito de mil millones de pesos contratados por el gobernador con licencia de Coahuila, Humberto Moreira, actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), en un caso de implicaciones políticas que ya indaga penalmente la Procuraduría General de la República(PGR)”.
Luego precisa que “…Con licencia de gobernador a partir del 4 de enero de este año, Moreira ya no ostentaba ese cargo, cuando, en febrero, se falsificó la documentación, pero sí lo tenía el 16 de diciembre, fecha en que se contrató el crédito con el Banco del Bajío, parte de los 32 mil millones de pesos que dejó en su gestión y que lo tienen en medio del escándalo”.
Apenas el 1 de julio, la Secretaría de Hacienda presentó la denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República, en relación con este asunto. Coincidentemente dos días antes de los comicios estatales, en los que Rubén Moreira, hermano de Humberto, resultó electo Gobernador y siendo titular de la SHCP Ernesto Cordero. La carga política, era más que evidente.
Y conste, este asunto va para largo, pues se dice que se detectaron otros dos créditos con irregularidades similares, por unos cuatro mil millones de pesos, que en cualquier momento darán lugar a otras denuncias penales.
Moreira, se ha defendido como “gato bocaarriba” y afirma que es ajeno a las irregularidades de los créditos y que las acusaciones en su contra, son parte de una campaña negra para fastidiar al PRI y a su cuasicandidato presidencial.
Lo interesante es que la detención del exfuncionario estatal, no la llevó a cabo la Procuraduría General de la República, por la denuncia de la Secretaría de Hacienda, sino que fue aprehendido, en atención a denuncia penal, presentada por el gobierno de Coahuila, ahora encabezado por Rubén Moreira, de donde derivó la orden de aprehensión.
Esto significa que volvió a aplicarse la sentencia de la “Ley de Hilados y Tejidos”, que advierte que “El hilo se revienta por lo más delgado”. Al detenerse al excolaborador de Humberto, se presume que se blinda a éste, cuando ante la opinión pública aparece el gobierno estatal indagando y procediendo penalmente contra el presunto responsable. Sin embargo, ya la Procuradora General de la República, Marisela Morales, ha aclarado que la denuncia a cargo de dicha dependencia, continua. Por lo tanto, don Humberto aún no se salva.
Surgen también otros detalles interesantes. El detenido, según informaciones periodísticas, es toda una “fichita”. Durante la administración de Enrique Martínez y Martínez, antecesor de Humberto Moreira en la gubernatura de Coahuila, y actual Secretario Regional del PRI en esta parte del país, era certificador de dependencias estatales, lo que le redituaba importantes ingresos, pero lo hacía con una empresa fantasma. El reportaje, con amplios detalles al respecto, fue publicado en el portal del Semanario Coahuila, el Lunes 13 de Noviembre del 2005. Sin embargo, pese a los antecedentes, ingresó al equipo de Moreira.
Si las cosas siguen como hasta ahora, con el asunto de los adeudos de la administración de Moreira, Coahuila continuará en “llamas”, al dirigente nacional del PRI lo pueden “quemar en leña verde”, o cuando menos “tatemarle” las patas y ya no ser apto para manejar el timonel priísta en la sucesión presidencial del 2012. Ya en este momento, daña, más que beneficia, al proyecto priísta. Que conste.
gil_lavenants@hotmail.com
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