Por Gilberto Lavenant
El Alcalde de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, está “enfermo”. Sus amigos ya lo habían notado, pero se resistían a creerlo. Tiene un serio problema “auditivo” : le hablan, pero no escucha, o escucha, pero no entiende, que para el caso es lo mismo.Algunos amigos comentan, en voz baja, que en vano se acercaron al alcalde priísta, para hacerle observaciones sobre su administración, y el aludido, simplemente guarda silencio, se ríe discretamente y continua, como si no hubiese escuchado nada.
El problema, es que cuando alguien le sube el tono de la voz, tratando de captar su atención
o de superar esa aparente “deficiencia auditiva”, se molesta. Es, dicen, una persona de piel sensible. Se irrita con mucha facilidad.
Los que no lo creían, los que pensaban que se trataba de meras exageraciones, esta semana lo comprobaron. Lo invitaron los miembros de la Asociación Política de Baja California, que encabeza Julio Torres Coto. Esta organización es de filiación priísta y la mayoría de ellos podría decirse que se hablan de tú con Bustamante.
Suponiendo que se encontraban en confianza, que el invitado era un amigo, pues abiertamente le manifestaron sus inquietudes sobre dos temas : lo del proyecto del llamado zócaño y la designación de un civil, su amigo y colaborador, Alberto Capella Ibarra, al frente de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal.
Cuentan, quienes estuvieron ahí, que apenas empezaron los planteamientos, de inmediato se notó que no fueron del agrado de don Carlos. Si le hubiesen comentado previamente que pretendían hablar de estos puntos, seguramente les hubiera condicionado su asistencia a que los eliminaran o simple y sencillamente hubiera inventado un pretxto para no acudir.
En el caso del proyecto de el zócalo, promovido por un grupo de personas lidereado por su exesposa, Carolina Aubanel Riedel, apenas el pasado sábado se pronunció abiertamente a favor de que se inicien las obras. En el evento, estuvo el Gobernador Osuna Millán quien anunció que en breve se hará la licitación correspondiente. La mayoría de las crónicas periodísticas, alusivas, refirieron el uso del clásico acarreo de gente de diversas colonias, el exceso de medidas de seguridad, incluyendo el acordonamiento del área. Hay un dicho por ahí que observa : la medida de tú seguridad, es la medida de tus miedos.
Por cierto, al cuestionar los periodistas a Bustamante, respecto a los opositores al proyecto, instalados en la zona, pretendiendo minimizarlos, señaló que ciudades como Monterrey, Guadalajara, México y Querétaro, tienen su zócalo, “…nosotros, ¿por qué no?...porque tres o cuatro renegados no quieren, no se me hace justo”.
Sin embargo, no tuvieron que pasar muchos días para que alguien le dijera que no son “tres o cuatro renegados” los únicos que se oponen al zócalo, que entre ellos están los apebecistas. Por cierto, el coordinador de la agrupación, sentado a su lado derecho, Julio Torres Coto, ha hecho interesantes y detallados análisis respecto a la inviabilidad del proyecto.
En la reunión de la APBC, el Ing. Manuel Castillo, le dijo a Bustamante que no estaban en contra del proyecto, pero sí en contra del lugar en donde se pretende realizar, señalando que debería hacerse en otro lugar, como puede ser en áreas cercanas al arroyo Alamar, cuya canalización está en proceso.
Bustamante primero hizo como que no escuchó el reclamo, pero ante la insistencia, dijo que él también en principio estaba en desacuerdo, pero que después se convenció de que el proyecto era relevante, que Tijuana lo necesitaba y merecía y que además, la decisión ya estaba tomada.
Dicho en otras palabras, los oyó, pero no los escuchó. Su crónica “deficiencia auditiva”, no le permitió escuchar las verdades contundentes que se le planteaban. Sus amigos ahí presentes, no lo podían creer. Concluída la reunión, hicieron fuertes comentarios en torno a la actitud asumida por el Alcalde, a quien consideraban su amigo.
Algo similar ocurrió cuando los apebecistas le hicieron saber que no estaban de acuerdo en que haya designado a Alberto Capella en la Secretaria de Seguridad Pública Municipal, cuando que en la ocasión anterior en que había ocupado el mismo cargo, no había dado buenos resultados. Alejandro Rosas Romandíٕa, exprocurador de justicia, “puso el dedo en la llaga”.
Pero, don Carlos, asumió la misma actitud, como cuando le cuestionaron lo del proyecto del zócalo. Hizo como que no escuchó. Mientras los apebecistas lo cuestionaban, simplemente reía discreta y sarcásticamente.
Después, sacó el mismo rollo que ha venido haciendo valer ante todo aquel que le hace cuestionamientos similares. Les dijo que no había sido una decisión fácil, que había consultado con varias personas y que había tomado la decisión a favor de Capella, porque lo conoce y le tiene confianza.
Cuentan que al final de la reunión, el ambiente era tenso. Los anfitriones, prácticamente estaban arrepentidos de haberlo invitado. Sobre todo, cuando se percataron del grave “problema auditivo” del alcalde. Un apebecista diría : no oye, lo que no le conviene.
Este asunto, respecto a la actitud asumida por Bustamante en torno a los cuestionamientos sobre el proyecto del zócalo y la designación de Alberto Capella, como Secretario de Seguridad Pública Municipal, es comentario obligado en toda reunión de priístas.
No necesitaron de mucho tiempo para percatarse de que el “mal”, es crónico y prácticamente incurable.
gil_lavenants@hotmail.com
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