Por Gilberto Lavenant
A muchos sorprendió el que en días pasados, el tijuanense Francisco Blake Mora, flamante Secretario de Gobernación, apareciera en un video de la Presidencia de la República, hablando a nombre del Presidente Felipe Calderón, para exhortar a los legisladores federales a realizar un período extraordinario de sesiones para sacar la reforma política.
Las conjeturas y especulaciones surgieron de inmediato. Hubo quienes dijeron que era más que un privilegio el que Blake Mora fuera designado por Calderón, para hablar en su nombre, para que los legisladores y demás actores políticos entendieran que este era su interlocutor.
Otros comentaron que fue un enorme espaldarazo, para fortalecer la débil figura política del tijuanense, que fue rescatado por Calderón cuando luego de la derrota panista del 2010 en Baja California, estuvo a punto de ser expulsado del Partido Acción Nacional y llega a la Secretaria de Gobernación sin carrera política a nivel nacional, por lo tanto sin la basta experiencia requerida para dicho cargo.
Pasados los días, en atención al citado video, hay quienes han externado que este podría ser un destape anunciado. Esto es, que Calderón, antes de concluir su gestión, designe a Blake Mora como candidato panista a la gubernatura de Baja California, para los comicios del 2013.
La versión que anunciara las intenciones de Blake de sustituir a José Guadalupe Osuna Millán en la gubernatura bajacaliforniana, surgió cuando en la XX Legislatura Estatal se propuso el empate de elecciones. Los legisladores priístas propusieron que el empate se hiciera en el 2012, junto con la presidencial. Los panistas, en principio, señalaban que fuese en 2015 o hasta el 2018.
Sin embargo, poco a poco se fue madurando la idea de apoyar la propuesta priísta, pues esto beneficiaría precisamente a Blake Mora. Siendo Felipe Presidente de México y el tijuanense Secretario de Gobernación, nadie podría impedir que fuese postulado candidato a Gobernador. En el 2013, cuando tanto Calderón como Blake sean simples ciudadanos, sus posibilidades políticas serán nulas.
Sin embargo, el Senador Fernando Castro Trenti, la carta fuerte del priísmo bajacaliforniano, y para quien, dicen, se pretendía etiquetar el empate de elecciones para el 2012, se deslindó de dicha propuesta y la misma fue descartada.
Ante tal circunstancia, la única opción que queda a Blake Mora, es que su amigo Felipe Calderón lo designe candidato antes de que concluya su gestión, en noviembre del 2012. Igualito que como lo hizo Luis Echeverría, al designar precandidato priísta a la gubernatura al General Hermenegildo Cuanca Diaz, a unos días de concluir su gestión sexenal.
Anticipándose unos 5 meses a los tiempos políticos, por instrucciones de Echeverría, y en cumplimiento de compromisos con el que fuese su Secretario de la Defensa Nacional, el 26 de noviembre de 1976 Cuenca Díaz fue destapado como precandidato a la gubernatura de Baja California. El Senador bajacaliforniano, Celestino Salcedo Monteón, líder nacional de la CNC, tuvo el encargo de jalar la capucha al militar. El 14 de diciembre de 1976, cuando ya era Presidente de México José López Portillo, Cuenca Díaz rindió protesta como candidato priísta a Gobrnador, ante la presencia de Carlos Sansores Pérez, dirigente máximo del PRI.
López Portillo, hubiese querido postular a su amigo Roberto de la Madrid para la gubernatura, pero respetuoso del sistema político, no se atrevió a contravenir la decisión echeverrista y tuvo que aguantar que Cuenca Díaz fuese el candidato. Esto generó una rebelión en Baja California, no solo de priístas, sino de los miembros de los demás partidos políticos que se oponían a que un militar gobernara la entidad. La campaña del militar fue sumamente difícil.
Para fortuna de muchos, Cuenca Díaz fallece en plena campaña electoral, a los 75 años de edad, en la ciudad de Tijuana, el martes 17 de mayo de 1977. José Luis Noriega, delegado general del PRI en la entidad, anunció oficialmente que fue un síncope cardiaco. Muchos especularon que lo habían envenenado.
De cualquier forma, la pesadilla de muchos, priísta y no priístas, había terminado. El candidato priísta a la gubernatura estatal había fallecido y entonces López Portillo pudo libremente postular a su amigo Roberto. Esta fue la historia de una de las imposiciones más accidentadas en la entidad.
Muchos panistas temen que el “cuencazo” pueda repetirlo Felipe Calderón y destapar a Blake Mora como precandidato a Gobernador, en noviembre del 2012, antes de concluir su gestión sexenal. Sobre todo si el PAN pierde los comicios y tiene que abandonar Los Pinos, pues en tales condiciones, aunque quisiera, no podría ayudar a su amigo Blake.
Deben saber que el aún Secretario de Gobernación se está preparando ante el posible “blakeazo” y ya empezó a hacer colectas para cubrir los costos de su pretendida campaña electoral. Sus frecuentes visitas a esta frontera, privadas, obviamente, así lo indican.
Sin embargo, al igual que como ocurrió con la imposición de Cuenca Díaz, son muchos los panistas que se preparan para luchar contra la imposición presidencial de Blake. El posible rival lo sería el exalcalde tijuanense y exsenador Héctor Osuna Jaime.
Esto se reflejará en la distribución de candidaturas panistas para Diputados Federales y Senadores en los próximos comicios.
La advertencia entre los panistas es clara : “…el que quiera azul celeste, que le cueste”.
gil_lavenants@hotmail.com
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