jueves, 2 de junio de 2011

Palco de Prensa: Los petardos

Por Gilberto Lavenant
Los petardos, son artefactos explosivos, prácticamentre caseros, que se utilizan en las ferias o carnavales. Hacen mucho ruido, pero hasta ahí. El estruendo que hacen, levanta el ánimo de los asistentes o espectadores a un evento. Claro, son peligrosos, hay que manejarlos con cuidado, pero son más ruido que otra cosa.

La Sindico municipal, la Arq. Yolanda Enriíquez, presentó una denuncia penal en contra de un grupo de exfuncionarios panistas, integrantes del XIX Ayuntamiento que encabezó el alcalde panista Jorge Ramos Hernández, por la presunta comisión del delito de peculado.

El artículo 298 del Código Penal de Baja California, advierte que “…Comete el delito de peculado el servidor público que, para usos propios o ajenos distraiga de su objeto, dinero, valores, fincas o cualesquier otra cosa perteneciente al Estado o municipios, a organismos descentralizados, o a un particular, si por razón de su cargo los hubiese recibido en administración, en depósito o por otra causa.

Por cierto, en el Periódico Oficial del Estado, de fecha 27 de mayo del año en curso, se publicaron reformas al Código de Procedimientos Penales, a partir de las cuales este delito es considerado como grave, o sea que quienes lo cometan, no tienen derecho a salir en libertad bajo fianza, mientras son sometidos a proceso. Simple coincidencia, no sean mal pensados.

La denuncia se generó o fundamenta, en el hecho de que el controvertido Gustavo Lemus Torres, habiendo sido retirado del cargo de Director de Inspección y Verificación Municipal, al grado de que se designó un sustituto, continuó cobrando su sueldo íntegro durante varios meses. Por lo tanto, percibió un sueldo que no devengó.

Aplicando el principio aquel de que “tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”, la denuncia penal fue enderezada no solo en contra del beneficiado principal de esta irregularidad, o sea en contra de Lemus Torres, sino también en contra de quienes debieron suspender el pago, así como la liquidación que le cubrieron, por supuesto término de comisión.

La denuncia es en contra del exsecretario general del XIX Ayuntamiento, Enrique Méndez Juárez, actual dirigente municipal del PAN; Mario Alberto Martínez Castillo, exOficial Mayor; José Mario Hernández Ramírez, exjefe del Departamento de Nóminas; Luis Ernesto Cuenca Ruiz, de Recursos Humanos; Ernesto Lucero, exDirector de Egresos; Martha Alicia Fuentes, exTesorera Municipal y Mario Bórquez, sustituto del protagonista principal.  

Lo mal habido, no fue un monto sumamente elevado, tan solo 212 mil 450 pesos, que seguramente no sacaron a Lemus Torres de muchos problemas. Si acaso le permitieron pagar el costo de sus vacaciones, luego de estar sujeto a enormes presiones, que obviamente le generaron estrés,  cuando lo balconearon al abrir la bocota revelando que el Gobernador Osuna Millán y el entonces Alcalde Jorge Ramos Hernández, estaban coordinando la imposición de Carlitos Torres Torres como candidato a Alcalde de Tijuana.

Hay elementos suficientes, para acreditar que la mayoría de los señalados, incurrieron en la comisión del delito de peculado, aunque está en manos de la Procuraduria de Justicia del Estado el realizar la indagatoria correspondiente, verificar y cotejar las constancias aportadas por Sindicatura y en su caso ejercer acción penal, si considera se reúnen los elementos para ello.

Pero, entonces ¿por qué lo de los petardos? Por la sencilla razón de que aún cuando el asunto sea grave, el monto del daño patrimonial ocasionado al Ayuntamiento, es minímo. Podría decirse que es más el ruido que las nueces.

La población de Tijuana, presume que en el XIX Ayuntamiento, a cargo de Ramos Hernández, se cometieron infinidad de latrocinios. Aunque los panistas insisten en que solo se trató de simples leyendas urbanas.

Por ejemplo, el caso del PIRE, programa de repavimentación, en cuyo desarrollo se asegura que hubo demasiadas desviaciones, por montos muchas veces superiores a los sueldos percibidos por Lemus Torres, pero respecto de lo cual la administración a cargo del priísta Carlos Bustamante Anchondo, no ha dicho “ni pio”.

Los taxis clonados, los permisos para vendedores ambulantes, las carteleras publicitarias, el gasto exagerado en publicitar la imágen de Ramos Hernández, la dación en pago de una deuda publicitaria, con un predio, a valor por debajo del avaluo oficial y muchas otras cosas. Han pasado tantos días, que todo indica se pretende echarle tierra a esos asuntos, para tratar de que los tijuanenses los olviden y ya no cuestionen. Esos sí que son verdaderas bombas, no el asunto de Lemus Torres.

El caso del citado funcionaripo panista, que cobró sueldo, sin devengarlo, no es mas que un distractor, mas que un petardo de fiesta de rancho, que sin duda alguna espantó a varios, por el estruendo que provocó, pero hasta ahí. 

¿Cree alguien que la Procuraduría de Justicia, que depende del Ejecutivo del Estado, se vaya a atrever a consignar a los involucrados, ante el juez penal correspondiente y éste a su vez les dicte auto de formal prisión y finalmente sentencia condenatoria ? Ni lo sueñen, casos más graves, como el de “factura-gates”, nunca pasó de simple denuncia y en ese estaban involucrados regidores de todos los partidos. Parece que Enrique Méndez era uno de ellos e incluso el priísta Edgar Fernández, salvo prueba en contrario.

Panista, no come PAN. Al final, todo quedará en los efectos de los petardos. En puro ruido.

gil_lavenants@hotmail.com

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