TIJUANA.- A las 10:30 de la mañana inició la Eucaristía de celebración de Corpus Christi en la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe, presidida por el Excelentísimo Señor Arzobispo Metropolitano, Don Rafael Romo Muñoz, acompañado por más de cien sacerdotes, religiosas, seminaristas y fieles de la comunidad diocesana. “Este misterio de Corpus Christi es un signo del amor de Dios, del corazón de Cristo. Porque tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo”, comentó durante la homilía el Arzobispo.
Mencionó también que el ser humano es como la joya de la creación porque es particularmente apreciado por Dios, y por el pecado de nuestros primeros padres el ser humano, hombre y mujer, perdió esa posibilidad de vivir eternamente con Dios. Pero Dios en su proyecto divino estableció enviar a su único Hijo a través de la Virgen María para que viniera como uno de nosotros.
Después de las 12:00 del medio día terminó la Eucaristía, y dio inicio la procesión por la Calle Segunda hasta conectarse con la Avenida Revolución, bajando por la calle décima hasta el Santuario Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
Se adoró al Santísimo Sacramento en tres altares: el primero en la Catedral dedicado a Dios Padre, el segundo en la Avenida Revolución dedicado a Dios Hijo y el tercero también sobre la Avenida Revolución dedicado a Dios Espíritu Santo.
Y terminó en el santuario con la bendición con el Santísimo Sacramento, cerca de las 2:00 de la tarde, no sin antes agradecer la participación de todos y el apoyo de las autoridades de tránsito.
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