TIJUANA.- En la mujer menopáusica, en promedio después de los 55 años de edad, con el cese de la menstruación, se incrementa más de cuatro veces el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, principalmente infarto al corazón e hipertensión arterial, debido a la pérdida del efecto cardio-protector de los estrógenos.
Especialistas del Hospital de Ginecoobstetricia No. 31 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Baja California, destacaron que las molestias de la menopausia y el riesgo cardíaco se presenta en 1 de cada 5 mujeres que por diversas razones no previnieron los síntomas y riesgos que trae esta nueva etapa del sexo femenino.
Los principales efectos -dijeron- pueden disminuir si después de los 40 años de edad llevan una alimentación baja en grasas y ricas en verduras, que incluya principalmente brócoli, lenteja, frijol y soya, pues tienen alto contenido de fitoestrógenos, es decir, hormonas naturales.
Además es importante hacer ejercicio físico, porque favorece que bajen los niveles de colesterol y triglicéridos, los cuales, con la llegada de la menopausia, se incrementan de manera natural de un 6 a un 25 por ciento, en el primer caso, y hasta en un 40 por ciento en el de los triglicéridos. Estudios han demostrado que con la ausencia de estrógenos se presentan alteraciones metabólicas en estos lípidos, que en edad reproductiva se mantenían en niveles normales.
Durante la edad reproductiva, dijeron los galenos, los estrógenos participan en la producción de óxido nítrico, que ayuda a mantener relajado al músculo arterial, con lo que se previenen los espasmos y la hipertensión arterial; sin embargó, al reducirse los estrógenos disminuye de manera importante esa sustancia, lo que incrementa la posibilidad de sufrir tales padecimientos.
Comentaron que los efectos de la Menopausia varían en cada mujer, es importante tomar otras medidas preventivas para ayudar a aminorar los síntomas y los riesgos, evitando el sobrepeso o la obesidad, el sedentarismo y la alimentación con productos “chatarra” y ricos en harinas y azúcares, ya que estos propician la acumulación de grasa abdominal, “obesidad central”, la cual tiende a incrementar la posibilidad no sólo de males cardiovasculares sino también de la diabetes mellitus.
Recomiendan que toda mujer mayor de 35 años acuda anualmente a su médico, para valorar el comportamiento hormonal, ya que a partir de esta edad se inicia el envejecimiento del ovario, lo que tiene como consecuencia el climaterio, etapa que se manifiesta con bochornos, palpitaciones, insomnio, migraña, ciclos menstruales irregulares, entre otros síntomas, que pueden presentarse antes, durante o después de la menopausia.
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