martes, 18 de enero de 2011

COLUMNA: Yo como el chinito milando

* “Cáncer deportivo” el mal del IMDER
Por Javier de Jesús Malacara Sánchez
El cáncer es un grupo de muchas enfermedades relacionadas y todas ellas tienen que ver con las células, las normales del cuerpo crecen, se dividen y tienen mecanismos para dejar de crecer.
Con el tiempo, también mueren, a diferencia de estas células normales, las células cancerosas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente, y no se mueren.
Las células cancerosas suelen agruparse y formar tumores, un tumor en crecimiento se transforma en un bulto de células cancerosas que destruyen a las células normales que rodean al tumor y dañan los tejidos sanos del cuerpo, esto puede hacer que una persona se enferme seriamente.
A veces, las células cancerosas se separan del tumor original y se dirigen hacia otras partes del cuerpo. Allí continúan creciendo y pueden formar nuevos tumores. Ésta es la manera en la que se extiende el cáncer. Cuando un tumor se extiende a una nueva parte del cuerpo, recibe el nombre de "metástasis”.
En el Instituto Municipal del Deporte de Rosarito se ve invadido por este mal, todo por la falta de conocimiento de lo que se debe de hacer en esta dependencia, abusando de la ignorancia de su director Ignacio Martínez Ortigoza, el anterior jefe de promoción deportiva el Licenciado Norberto Pichardo Estrada le ha lavado la cavidad interna de la cabeza donde debería de ir una masa gris llamada cerebro, y no la deyección de la cual este rellena, después de la supuesta reunión que se dio en la oficina del famoso papi Iñaqui como le dicen sus finos amigos, el licenciado Pichardo jalo en lo corto al señor Martínez Ortigoza para tomar su papel como plañidera y comenzar con su maquiavélico plan.
Primero hacerse la victima para conseguir dos objetivos, el primero hacerle creer al actual director que él es un empleado ejemplar, y que él es el dueño de la verdad en deporte aparte de hacerse notar como indispensable y, su segundo objetivo es engatusarlo haciéndose la victima de que la prensa no lo quiere porque tiene problemas con ellos de mucho tiempo atrás.
Solo basta recordar que al principio de la administración del IV ayuntamiento teniendo él una tribuna en ese momento, se dedicaba a golpear políticamente a los que eran un estorbo para sus jefes dentro del municipio y hasta tomaba decisiones por mutuo proprio, solo hay que recordar la forma en la que se expreso de uno de los impulsores más importantes del deporte en este municipio como lo es el señor Bernabé Hernández Armas, haciendo un comentario de muy mal gusto haciendo referencia de su edad y al problema que tiene a causa de un accidente que sufrió, después en su programa de televisión tuvo la irresponsabilidad de hablar mal de la señora Concepción Rangel de Romo y de quienes presidian en ese momento el comité designador del deportista del mes.
A lo que un buen número de personas afectadas por sus estólidos comentarios pidieron una audiencia al entonces alcalde Hugo Torres Chabert, que en ese momento no se encontraba y fue cuando llego el entonces director del IMDER el profesor Andrés Luna Rodriguez, para anteponerse y sentenciar que primero se iba él y después Pichardo Estrada, porque él era su empleado de confianza y eso lo tenemos bien presente todos aquellos que estuvimos en esa reunión.
De esta manera el “metástasis” Pichardo se fue haciendo de fuerza y orillando a su jefe a cometer los errores que a estas fechas están saliendo, el artífice de los errores de la administración pasada en materia deportiva fue obra de este sujeto, pero no conforme con eso, se ha venido reforzando ya que al inicio de la administración pasada era él solo, pero en esta administración ya el tumor está formado por mas células que son más dañinas para el deporte que el mismo cáncer.
El director de esta paramunicipal debería de poner sus barbas a remojar, o será que no quiere ver que a su vecino ya le cortaron las barbas, pero lo que sí debería de entender el ciudadano tijuanense que pilotea el IMDER, es que “el poder no se comparte”, y menos con este tipo de empleados que normalmente hacen de sus jefes unos títeres y después salen muy bien librados, es ahí donde deberían de limpiar o bien hacer una quimioterapia el director Ignacio Martínez Ortigoza para terminar con este mal.
En la próxima edición sacaremos como echo a perder este novato en materia deportiva al IMDER y de que más fue artífice… hasta la próxima

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