COLUMNA: Palco de Prensa

* La “tierra de ciegos”
Por Gilberto Lavenánt
Dicen por ahí que en tierra de ciegos, el tuerto es rey. Seguramente muchos piensen que resultaría absurdo, aberrante y grosero, aplicar esto en el caso de la UABC. Concretamente en el intento de designación de nuevo Rector.
Y quizás se escandalicen si se advierte que, además de ser aplicable esto en la Máxima Casa de Estudios, también lo es aquello de que ¨no hay peor ciego, que el que no quiere ver¨.

La súbita aparición en escena, en la obra ¨La sucesión rectoral¨, de don Jesús Armando Hernández Montaño, con su excelentísima, minuciosa, científica y prolongada ¨tésis doctoral¨, relativa a la interpretación de la norma universitaria, tratando de legitimar la permanencia de Felipe Cuamea Velázquez, en el despacho de la Rectoría, obliga a hacer tales consideraciones.

Que la UABC es tierra de ¨ciegos¨ y que el licenciado Hernández Montaño, es el ¨tuerto rey¨. Qué excelente ¨obra¨ y qué afortunados somos los ignorantes, por la existencia de personajes como don Jesús Armando, que nos da la claridad requerida en la interpretación de la norma jurídica. Aunque no está facultado para ello, ni mucho menos para emitir dictámen alguno, al respecto, y además, cabe observar que en interpretaciones legales, se rompen géneros.

Todos, dentro y fuera de la universidad, nadaban en un enorme oceáno de ignorancia, cuando de pronto el Abogado General de la Máxima Casa de Estudios, saca a relucir su sabiduría y emite un dictámen jurídico, para decirle a todo mundo que Cuamea es casi un santo, que es sumamente respetuoso de la norma jurídica universitaria y que prácticamente ya es el Rector definitivo de la UABC, en tanto que no hay perspectiva alguna que indique que la Junta de Gobierno será capaz de nombrar uno distinto.

Así es que, conforme a la ¨visión jurídica¨ que nos precisa don Jesús Armando, ya no hay ningún problema. La UABC ya tiene Rector, en la persona de Cuamea. Quien evidentemente se siente afortunado y dispuesto al ¨sacrificio¨.

Independientemente de la supuesta certeza y evidente parcialidad de don Jesús Armando, con su aparición en escena, desempeñando el papel del ¨tuerto¨ en la ¨tierra de ciegos¨, cabe plantear algunos cuestionamientos :

¿Quién despertó de su letargo, al abogado general de la UABC, cuya presencia y sabiduría, pasaron desapercibidas durante el accidentado proceso de la sucesión rectoral?

¿ Qué hace el abogado general de la UABC, que no ha dedicado al menos un poco de su tiempo, tiempo pagado, por supuesto, en elaborar un proyecto de reformas, que permitan eliminar las lagunas de que adolece la norma jurídica universitaria?

¿Será acaso que su excelente ¨tésis doctoral¨, es para tratar de justificar su existencia, y por lo tanto devengar el sueldo que percibe, luciéndose en la interpretación de normas obsoletas e ineficientes?

¿El abogado general, es abogado de Cuamea, o de la UABC en su conjunto, incluyendo obviamente a la Junta de Gobierno?

¿Por qué no apareció, para advertirle a Cuamea, en sus primeros 30 días como encargado de la Rectoría, que carecía de facultades para designar vicerrectores, como lo hizo?

¿Supone don Jesús Armando, que sólo él es capaz de interpretar la norma jurídica y que por lo tanto su palabra es la verdad absoluta?

¿Supone don Jesús Armando, que efectivamente él es el ¨tuerto¨ y todos los demás los ciegos?

¨Tuerto¨, don Jesús Armando, cuando que con una clara ¨deficiencia visual¨, interpreta de manera parcial la norma jurídica y sólo ve aquello que conviene a sus patrocinadores y trata de establecer supuestas posturas contundentes, a la medida y conveniencia de los ¨ciegos¨ que se niegan a ver la realidad de lo que está ocurriendo en la UABC y el daño enorme que le están ocasionando.

Ahora que, si de interpretaciones se trata, seguramente pronto este asunto será llevado a los tribunales, tanto civiles como penales, y ahí sí se interpretarán y aplicarán las normas correspondientes.

Aunque como la vías judiciales son prolongadas y tortuosas, no son del todo recomendables, quizás el asunto llegue a manos de los legisladores.

Por lo tanto, que quede claro, la ¨tésis doctoral¨ de don Jesús Armando, no resuelve este asunto. Deslumbra, quizás, pero no olviden que no todo lo que brilla es oro.

Por cierto, el columnista autor de Palco de Prensa, acusa de recibido mensaje de don Alejandro Mungaray. Hágase el ciego y no lea lo que no sea de su agrado. Le irá mucho mejor.

gil_lavenant@hotmail.com