viernes, 15 de octubre de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Bustamante, el empresario
Por Gilberto Lavenánt

Todo mundo sabe que el Alcalde electo de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, más que político, es empresario. Esto, no obstante que, durante años, directa o indirectamente, abiertamente o en forma discreta, ha estado ligado con la política e incluso nunca ha negado su filiación partidista.

Sin embargo, más que político, es empresario.

Lo de su postulación como candidato priísta a la Alcaldía de Tijuana, fue, más que todo, circunstancial. Ya había sido propuesto en ocasiones pasadas, cuando tenía menos edad que ahora, sin éxito y anhelaba algún día ocupar un puesto de elección popular. El ¨gusanito¨ por la política no lo dejaba tranquilo.

En esta ocasión, buscó y aceptó ser postulado, como una última oportunidad en su vida. Además, la ¨caballada estaba flaca¨, en todos los partidos políticos. En el PRI, quienes tenían cierta garantía de triunfo, como doña Elvia Amaya de Hank, se hizo mucho del rogar y retardó demasiado su definición. Escobedo, el Presidente de la CANACO, también empresario, entró con recelo al terreno político, no resistió las presiones y mejor salió corriendo. Dijo, prefiero que digan que corrí, y no que aquí quedé.

Agarró más ánimos a contender por el cargo de Alcalde, cuando observó el desastre interno del PAN, ocasionado por la imposición de Carlitos Torres Torres, y además por el modesto curriculum y pobre experiencia de éste. Seguramente consideró que medirse contra Carlitos, era casi como contender contra un niño.

Sin embargo, hubo problemas, que lo pusieron al borde de la renuncia a la candidatura. Presiones, falta de apoyos, divisionismos partidistas. Total, medio se compusieron las cosas y aunque sabía que enfrentaba a una ¨elección de estado¨, como lo reconocían los propios panistas, pues siguió adelante. No estaba por demás hacerle la lucha.

Y pasó lo que no pensó que podía pasar y que ya es sumamente conocido. El triunfo electoral, no solamente a Bustamante, sino a los demás priístas que contendieron para Alcaldes en la entidad, así como la mayoría de los candidatos, como que les ¨cayó del cielo¨. Hoy, algunos de ellos se sienten como ¨elegidos del Señor¨. Pero así es la política.

Del 4 de julio, fecha de los comicios, al 1 de diciembre, en que asume el cargo, es mucho tiempo. Cualquiera podría pensar que Bustamante dedicaría todo este tiempo a descansar o a concretar compromisos de campaña, para determinar quienes serían sus colaboradores. Esto, que también es trabajo político.

Pero el Alcalde electo, sacó a relucir su lado o perfil empresarial y en los últimos días ha demostrado que no necesita esperar a que llegue el día en que asuma la Alcaldía de Tijuana, para preparar lo que hará a partir del primero de diciembre.

Por una parte, el proceso de transcisión. Ya dispuso lo necesario para ello.

Pero también se ha dado tiempo para participar en todo evento que pueda redundar beneficios para Tijuana. A fines de septiembre participó en una reunión en Washington, denominada ¨Una región/Una voz¨, en la que tuvo oportunidad de dialogar con Jerry Sanders, Alcalde de San Diego, California, estableciendo el compromiso de unir esfuerzos.

La semana pasada, participó en una reunión de la Federación Nacional de Municipios de México y en la que estuvo presente el diputado federal Jorge Carlos Ramírez, Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y que aprovechó para precisar que se debe hacer un análisis exhaustivo respecto a la iniciativa presidencial para la desaparición de la policía municipal y un mando único en cada entidad federativa. Quese tome en cuenta a los Alcaldes.

De paso se reunió con el Secretario de Economía, Bruno Ferrari, para insistir en el proyecto de la zona económica estrategia para esta región del país, que han estado promoviendo los empresarios.

En principio, y aunque aún no entra en funciones, podría decirse que en tiempos de crisis, como los que se afrontan, Tijuana no necesita propiamente a un político, para que la gobierne, sino a un empresario, que la promueva, y todo indica que Carlos Bustamante, sin ánimo de halagos, está en el lugar adecuado para ello.

Desgraciadamente los políticos, en su mayoría, son lucidores, echadores, prometedores y siempre están pensando en dos cosas : los beneficios económicos que habrán de obtener en el cargo a ocupar, y los beneficios políticos, que les permitan ocupar un cargo de mayor nivel, en el futuro inmediato.

En el caso de Bustamante, todo indica que su condición económica está resuelta, y debido a su edad, aunque no es precisamente un anciano, no estará pensando en el cargo que podría ocupar al concluir su mandato como Alcalde de Tijuana.

Ojalá que en el desempeño del cargo, Bustamante siempre destaque su lado empresarial, pensando que las utilidades que se perciban, representarán beneficios sociales para los tijuanenses. Si se equivoca, y se deja llevar por las tentaciones de la política, que no dude que vendrán los reclamos y las críticas correspondientes.


gil_lavenant@hotmail.com

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