COLUMNA: Palco de Prensa

* Los matrimonios gay
Por Gilberto Lavenánt
Tradicional y jurídicamente, el matrimonio civil, base de la sociedad, ha sido la unión de un hombre y una mujer. Pero las tradiciones no son eternas. Esta, en particular, está en proceso de terminación o extinción. El 4 de marzo pasado, entraron en vigor las reformas al Código Civil del Distrito Federal, que elimina las denominaciones “hombre” y “mujer” y da paso para que personas del mismo sexo, puedan casarse. Esto es lo que se conoce como “matrimonios gay”.

Precisamente, sobre este tema, los Conunicadores de Baja California, A.C., están organizando un foro, que deberá celebrarse el día 26 del presente mes, a partir de las 10:00 de la mañana, en la Sala de Lecturas del Centro Cultural Tijuana y en el que se pretende participen representantes de colegios de abogados, juzgadores, psicólogos, religiosos e incluso de la propia comunidad gay.

Muchas personas no han puesto atención en este tema. Algunos lo toman a broma, de mal gusto obviamente, otros se pronuncian a favor, bajo el argumento de que no permitirlos, es violar los derechos de igualdad o equidad de los homosexuales y pocos, muy pocos, se detienen a reflexionar sobre el impacto social, moral, religioso, que esto pueda tener.

Los Comunicadores, bajo la coordinación de Juanita Jiménez y Alfredo Martínez Ruiz, decidieron abordar este asunto, organizando un foro al respecto, como ya lo han hecho en relación con otros temas. Lo que resulta interesante, y cobra actualidad, precisamente porque en los últimos días la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha estado discutiéndolo. Innecesariamente y olvidando la escencia básica del matrimonio, que es la procreación y de ahí la formación de individuos, bajo condiciones normales, tradicionales.

El lunes 21 de diciembre del 2009, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, aprobó con 39 votos a favor, 20 en contra y 5 abstenciones, la reforma al Código Civil, que reconoce o permite que puedan contraer matrimonio personas del mismo sexo. Hombre con hombre y mujer con mujer. Totalmente contrario a la naturaleza, pero en fin.

Las reformas fueron publicadas el martes 29 de diciembre del 2009, en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, dando a conocer los cambios a los artículos 146, 237, 291 bis, 294, 391 y 724 del Código Civil, así como 216 y 942 del Código de Procedimientos Civiles, que entraron en vigor 45 días hábiles después de su publicación, es decir el 4 de marzo de este 2010.

Hasta antes de estas reformas, la legislación civil del Distrito Federal indicaba : “Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de un hombre y una mujer para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mútua con la posibilidad de procrear hijos de manera libre, responsable e informada. Luego de la reforma, dicho artículo quedó en los términos siguientes : “Artículo 146.- Matrimonio es la unión libre de dos personas para realizar la comunidad de vida, en donde ambos se procuran respeto, igualdad y ayuda mútua”.

En Baja California, la figura del matrimonio civil, aún observa que “Matrimonio es la unión de un hombre y una mujer para convivir y realizar los fines esenciales de la familia como institución social y civil”. Sin embargo, en cualquier momento, algún legislador “iluminado”, puede abrir la puerta para que sea reformado y se adopte también la figura del Distrito Federal, que permite los matrimonios gay. Como está ocurriendo en otras entidades federativas. Principalmente, por cuestiones electorales.

Pero Baja California no es ajena a las reformas del Distrito Federal, porque, para quienes no lo sepan, el matrimonio es una figura jurídica de validz mundial. Quienes se casan en China, pueden divorciarse en Tijuana. Con mayor razón, quienes contraigan matrimonio gay en el Distrito Federal, también pueden divorciarse en Tijuana. Así es que no somos ajenos a dichos cambios y por lo tanto es necesario analizarlos y reflexionar al respecto.

Son muchos los que salen a la defensa de los matrimonios gay, argumentando que no se debe discriminar a los homosexuales y por lo tanto se les debe permitir casarse. Pretenden que se les trate como iguales, cuando son desiguales. Pero eso es lo que está pasando. Resulta que ahora lo normal, es anormal, y lo anormal, ya es normal.

Esto no es algo privativo de México, ocurre en el mundo entero, pero en principio debe preocuparnos lo que nos atañe directamente. Lo que pase en el resto del mundo, allá que cada quien le enfrente como mejor pueda o quiera.

Sin duda alguna que el foro de los Comunicadores de Baja California, sobre este tema, habrá de resultar sumamente interesante.


gil_lavenant@hotmail.com