* La farsa de la narcoguerra
Por Gilberto Lavenánt
Sin ánimo de restar importancia a la detención de más de 60 policías, aquí en Tijuana, que ojalá todos realmente estén involucrados con el crimen organizado, y no haya entre ellos personas inocentes –aunque lamentablemente parece que si las hay- vale la pena recordar un trabajo periodístico de Reporte Indigo, publicado el 5 de septiembre del 2009, bajo el título de “La farsa de la guerra contra el narco”.
El trabajo periodístico parte del planteamiento de las siguientes tres preguntas :
¿Qué pensaría, si supiera que la “guerra” emprendida por el gobierno de Felipe Calderón, contra el narcotráfico y el secuestro, tiene mucho de show y fuegos artificiales?
¿Qué pensaría, si supiera que la gran mayoría de los miles de presuntos narcotraficantes, que la Secretaría de Seguridad Pública Federal, el Ejército y la PGR, presumen haber atrapado, están de nuevo en la calle?
¿Cómo se sentiría. al saber que, pese a los anuncios radiofónicos y televisivos, que hablan del éxito en el combate al secuestro, México vive su peor época de violencia desde hace 30 años?
Se sustenta en cifras, para determinar la supuesta eficacia de la narcoguerra de la administración Calderonista. Parte de la observación y advertencia, de que “los números mienten”. Esto es, los números “oficiales”, los que hablan de los logros, pero no de los resultados finales.
De entrada, Reporte Indigo observa que el combate al narcotráfico, es la columna vertebral que da soporte al gobierno del presidente Felipe Calderón y a su popularidad. Y que sin dicha guerra, inútil, ineficiente, costosa, que ha causado la pérdida de tantas vidas, la administración calderonista no tendría razón de ser.
En los tres años de gobierno –indica- se han realizado aparatosos operativos en Michoacán, Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, Baja California y Nuevo León, entre otras entidades conflictivas. Todos encabezados por el Ejército y la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
Luego hace hncapié en que “…la radio y la televisión nos bombardean día y noche con los supuestos logros de esos operativos. Los anuncios hablan de miles de detenidos; pero nunca dicen cuántos de ellos siguen arrestados. Mucho menos podemos saber cuántos han sido sentenciados”.
Señala que el Gobierno presume las 78.3 toneladas de cocaína incautadas en lo que va del sexenio, como cifra record y que la mercadotecnia permea, al grado de que la sociedad aprueba, en lo general, la gestión de Felipe Calderón, “principalmente porque cree en esa “guerra” contra el narcotráfico”.
¿Pero, cuales son las cifras finales de la narcoguerra de Felipe Calderón ? Veamos las que refiere Reporte Indigo en éste trabajo periodístico, publicado en Septiembre del 2009.
Reporte Indigo dice que “…Los presuntos narcotraficantes que son presentados ante el Ministerio Público, salen por la misma puerta que entran” y señala que “…El 80% de los que fueron aprehendidos entre 2006 y febrero de 2009 ya están en libertad”.
Luego agrega que “..78.3 toneladas de cocaína incautadas en lo que va del sexenio, no representan ni la mitad de lo incautado en toda la administración de Salinas de Gortari, con quien la cifra llegó a 243 toneladas”.
Al solicitar la información, se pidió la relativa al período iniciado en el 2000, hasta el 2009. Sólo se proporcionó la de 2006 a febrero del 2009. No obstante, observa que las cifras resultaron alarmantes.
De los 266 mil 525 presuntos narcotraficantes detenidos en ese periodo, el Gobierno federal liberó a 207 mil 732, casi el 80 por ciento. Y de los 266 detenidos, solo 37 mil 92 han sido sentenciados, o sea apenas el 13 por ciento.
La información está desglosada por entidades e indica que en Baja California, territorio donde el cártel de Tijuana defiende su plaza ante la invasión de “El Chapo”, de los 44 mil 257 presuntos narcos detenidos, únicamente 4 mil 527 fueron sentenciados –apenas 10%– y 35 mil 527 fueron puestos en libertad.
De lo anterior se desprende y concluye, que “el león, no es como lo pintan”. Que las apariencias engañan. Que la narcoguerra del Presidente Calderón, como lo observa Reporte Indigo, es una farsa.
Lo peor de todo es que se sospecha que es parcial. Que se combate a unos, y se solapa o encubre a otros. Que en ocasiones, como al parecer ha ocurrido aquí en Tijuana, “pagan justos por pecadores”. Que no presuman de eficaces y contundentes. Todo cae por su propio peso y al final, la verdad sale a relucir. Todo es cuestión de esperar.
gil_Lavenant@hotmail.com
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