miércoles, 7 de julio de 2010

Será Osuna Millán el último gobernador panista

* Crónica de una derrota anunciada
* El regreso en diciembre del Gral. Sergio Aponte Polito será “la cereza del pastel”
Por Hugo Isaac Rea Torres
TIJUANA.-
El mes de julio trajo para los bajacalifornianos, el ruido que los despertó del letargo que durante más de cuatro lustros estuvieron sufriendo.
El resultado de la elección y las declaraciones “a toro pasado” de los actores en esta premier política, no son más que indicios de que “nuevos aires” soplarán en los próximos procesos electorales. No hay marcha atrás.
La política errada del gobierno en sus tres niveles ha sido motivo de descontento no sólo hacia afuera, sino en el mismo seno de la institución en la que militan y que en su momento creó una de las estrategias más oscuras para aplicarse en la tutela pública (el manual del Ave Azul), les esta cobrando facturas muy caras.
A nivel nacional, fueron sólo tres de 12 gubernaturas las que alcanzó, y con alianzas, el partido Acción Nacional.
En Baja California, en un descuido más y los panistas vuelven al tiempo del “carro completo” a favor del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los gobernantes panistas han desdeñado evidente y reiteradamente los reclamos sociales y se han dejado llevar únicamente por caprichos e intereses personales y grupales, lo que hace prever, sin error a equivocación, que para el 2012 y 2013 habrá comicios electorales análogos a los celebrados el domingo 4 de julio.
Pero lo que hace más interesante la observación geopolítica, se enfoca al ámbito de Baja California, pues con lo acontecido, vienen aparejadas muchas sorpresas, no sólo para la ciudadanía común, sino para los principales actores públicos, quienes no esperan, aún no, el anuncio de diversas decisiones que tomarán los elegidos en el pasado proceso.
La principal y que pondrá de punta los pocos pelos que tiene el gobernador, José Guadalupe Osuna Millán, es el nombramiento como Secretario de Seguridad Pública de Tijuana o Rosarito (aún no lo definen) del general de división, Sergio Aponte Polito. Ese que en su momento fue exiliado de Baja California por el mandatario estatal por atreverse a evidenciar públicamente la cabalgante corrupción que hay en la procuración y administración de justicia.
Esa decisión vendrá a ser algo así como “la cereza en el pastel” de la voluntad ciudadana reflejada en contra de quienes hasta ahora habían pensado que el llegar al gobierno es como ser un moderno monarca y no un servidor público. Al tiempo: “al César lo que es del César y a los gobernantes panistas lo que es de los gobernantes panistas”: repudio social. No hay más.

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