lunes, 5 de julio de 2010

Hereda PRI la administración más endeudada

* Falló la estratagema oficial
* El resultado es motivo de la soberbia y corrupción panista
* Benéfica la alternancia del poder, pero…

Por Hugo Isaac Rea Torres
TIJUANA.- El proceso electoral del domingo no fue exactamente como lo planeó la maquinaria oficial del gobierno (en sus tres niveles) para favorecer a sus candidatos en toda la entidad. La actitud soberbia, prepotente y corrupta fue uno de los principales motivos que hizo ganar a la Alianza por un Gobierno Responsable (los panistas no descifraron lo subliminal del nombre de la coalición PRI-PVEM).
Para tratar de obtener el triunfo, el PAN en el gobierno no hizo más que bloquear la participación ciudadana, imaginando que su “voto duro” haría ganar a sus candidatos a diputados y a alcaldes en los cinco municipios, pero la mayoría de la minoría que participó en el proceso con la emisión de su voto, decidió otro destino para los bajacalifornianos.
En el albiazul creyeron que su principal herramienta, -el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCBC)- les funcionaría para evitar que los votantes emitieran su sufragio, al tratar de desalentarlos con la tardía instalación y apertura de las casillas electorales, y lo único que provocaron fue una participación menor al 40 por ciento, consiguiendo sólo el efecto “boomerang” que los noqueó. Pretendieron algo similar a lo de hace tres años que los hizo ganar, excepto en el municipio de Rosarito.
De ésta forma, el partido en el gobierno le apostó al abstencionismo para que los abanderados de Acción Nacional tuvieran ventaja sobre sus opositores. Les falló el cálculo.
Y no sólo promovieron el bloqueo de la participación ciudadana, en el caso de Tijuana fue también la intimidación policíaca ordenada por Jorge Ramos en los distritos electorales en donde los candidatos panistas registraban desventaja ante sus principales contendientes, como fue el caso del distrito 13, en donde Gregorio Barreto Luna, al igual que el resto de los abanderados del tricolor (excepto en los distritos 4,5 y 11), registró un porcentaje mayor a su favor en cuanto a las preferencias electorales.
Pese a lo ocurrido en los comicios, del cual se sabrá el resultado definitivo hasta que se califique la elección y se entregue la constancia de mayoría, a las nueve de la noche del domingo el candidato del PAN, Carlos Torres, ya había felicitado a su opositor por el triunfo parcial.
Cabe destacar que el dirigente del Partido Revolucionario Institucional, René Mendívil Acosta, se victimizó a la mitad del proceso y había calificado las acciones oficiales como dirigidas sólo a sus abanderados. Pero la fallida estratagema del gobierno estatal y municipal era, no con miras a perjudicar sólo a los del tricolor, sino únicamente para favorecer a sus candidatos. Craso error.
¿Y las promesas del gobierno?
Sin duda alguna que el PAN quiso, al igual que el PRI en su tiempo y que aprovechará para hacerlo en ésta nueva oportunidad, utilizar todos los recursos de los que dispone para allegarse clientela electoral, pues en lo que respecta al presupuesto del programa denominado “Progreso”, previo al domingo 4, envió a sus “operadores políticos” a manejar los vales de Home Depot, Calimax y Farmacias Roma, para la entrega de material de impermeabilización (felpa, brea, papel arenado, etc.), de construcción (específicamente madera), despensas y medicinas, cuyas cantidades oscilaron entre los 300 y los dos mil 500 pesos.
Sin embargo, los beneficiarios del “trabajo político panista”, después del proceso, se quejan al decir que no les han entregado lo prometido en cuanto a despensas y medicinas, en tanto que en lo concerniente al material denuncian que el ofrecimiento de dos mil 500 pesos, se los rebajaron a mil 500. “Ya te tuve, ya te olvidé”; “le cambiaron al dicho, porque éstos $.(/&%= panistas en vez de salir con su domingo 7 salieron con su domingo 4”, fueron algunos comentarios ciudadanos.
¿Cacería de brujas o complicidad por omisión?
Resulta sumamente interesante esperar a saber cuál será la acción del “Gobierno Responsable” prometido por la Alianza que abanderó esa frase, pues es vox populi las acciones erradas y las promesas incumplidas a la ciudadanía por parte de quienes aún están en el gobierno, encabezado por Jorge Ramos Hernández.
Aún la embriaguez del triunfo mantiene distraídos a los priístas y verde ecologistas, y habrá que esperar el pronunciamiento que harán en torno a que recibirán una administración que resulta ser la más endeudada de la historia de Tijuana, con un compromiso a pagar a instituciones financieras por un lapso de 21 años.
¿Se dedicarán a satisfacer las aspiraciones sociales o a cubrir y encubrir al gobierno saliente?
No pueden, mucho menos deben, olvidar que la complicidad se da por comisión u omisión.
¿Será un gobierno responsable comprometido realmente con los ciudadanos y se sujetará a la aplicación de la Ley de Responsabilidades para los Funcionarios Públicos? Pendientes.

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