La “sociedad gay”
Por Gilberto Lavenant
En días pasados, entraron en vigor las reformas al Código Civil del Distrito Federal, que permiten los matrimonios gay, a partir de lo cual surgirá con más vehemencia y descaro una sociedad gay que vendrá a alterar la vida social de toda comunidad.
Que cada quien sea lo que quiera ser. Que salgan del closet los que dentro de este cometen todo tipo de aberraciones, pero que no alteren la vida social de la comunidad de que formamos parte, rompiendo figuras jurídicas tan esenciales como la del matrimonio, bajo el simple argumento de reclamar derechos de igualdad, individuos que no son iguales, porque el hecho de haber nacido hombres, o mujeres, y pretender adoptar roles que no corresponde a sus respectivas naturalezas, es aberrante y nocivo.
Pero los políticos perredistas, quizás porque son del mismo bando, o sea por su homosexualidad, dieron cabida e impulsaron tales reformas, que atentan contra la figura del matrimonio, que si se sigue por ese camino, dejará de ser base o núcleo fundamental de nuestra sociedad.
Porque resulta grotesco que las autoridades, responsables de velar por la conservación de los valores humanos, den paso a la unión legal de personas del mismo sexo, rompiendo la tradicional figura del matrimonio.
Pronto, estaremos presenciando situaciones que solo se ven en las llamadas “sociedades modernas” como las que se citan a continuación :
Primer caso :
Guido Westerwelle, Ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, durante la primer semana del presente mes de marzo, fue severamentecriticado debido a que en un viaje oficial por América del Sur, dió a su cónyuge homosexual, el rango de primera dama. Los fotógrafos se dieron vuelo tomando gráficas de la pareja gay, debido a lo inusitado del asunto.
Al político alemán se le cuestionó si con recursos públicos paga los gastos de su pareja y de manera muy digna, esta - ¿ O se debe decir “este” ?- aclaró que ella -él- los cubría con dinero de su bolsa. Total, que el objetivo del viaje del político alemán, por el continente americano, fue opacado por el interés de observar sus inclinaciones sexuales.
Westerwelle, indican las crónicas periodísticas, es el primer vicecanciller y ministro de Relaciones Exteriores, abiertamente gay, de la historia política de Alemania, y se adjudica a su “estilo personal” el hecho de aue el Partido Liberal de Alemania, haya casi duplicado el número de votos, rebasando fácilmente a otros partidos alemanes, en los comicios del 2009.
Segundo caso :
Recientemente, Roy Ashburn, Senador norteamericano, allá en Washington tuvo que reconocer abiertamente que es gay, luego de que fue descubierto saliendo de un bar donde concurren este tipo de individuos. Situación por la que fue detenido. El político destacó en la Cámara alta del Estado de California, como un fuerte opositor de los derechos de los gay.
Pero, ni modo, finalmente salió del closet y confesó : “Soy gay”, aunque aseguró que eso no influye en su actuación política, como lo prueba el hecho de que se ha lanzado abiertamente en contra de la lucha de los homosexuales.
Roy, de 55 años, divorciado, padre de cuatro hijos, ya no tendrá que seguir usando los incómodos zapatos varoniles. Ahora podra calzar zapatillas femeninas, acordes a su inclinación sexual, cuando vaya a la cámara a legislar. Uno más que sale del closet.
Tercer caso :
Allá en Brasil, también este mes de marzo, el teniente coronel Osvaldo Brandao Sayd, fue retirado del servicio por el Superior Tribunal Militar, luego de aue se supo –y este lo reconoció sin rubor alguno- que habia mantenido relaciones sexuales con un soldado, en agosto del 2008, en una unidad militar. En defensa del soldado se puede decir que no tiene la culpa, pues los militares solamente obedecen, no discuten las órdenes de sus superiores.
Estos tres casos, son solo una muestra de lo que representa o significa el surgimiento de la sociedad gay, que está trastocando valores e intereses en todos los estratos sociales. Mucho se dice –aunque no abiertamente- de los políticos mexicanos que obtienen “favores” de sus compañeros de partido, o de sus protegidos, a cambio de impulsar su carrera en la función pública. De los militares mexicanos no se ha dicho nada, pero es obvio que también tienen su corazoncito y que quizás no sean tan recios, como aparentan.
Aunque lo delicado de este tema no es el hecho de que tal o cual político revele sus tendencias sexuales, sino que rompan con la figura del matrimonio, que ya no podrá ser la célula básica de la sociedad, como institución social y civil. Todo, por los afanes electorales de los perredistas.
Seguramente nadie imagina a López Obrador o a Ebrad con tacones altos. Vamos a creer que el apoyo para la autorización de los matrimonios gay, es solo cuestión electoral y no por tendencias homosexuales reprimidas. De lo contrario, allá ellos. Cada quien sus gustos.
Y conste, esto, que parece una broma, es más serio de lo que muchos imaginan. Pregunten a sus hijos si los padres de sus amiguitos son gay, o normales. Pregunten, pregunten. Recuerden el chiste aquel del padre que trata de corregir a su hijo que evidenciaba actitudes femeninas y le advierte severamente : ¡los hombres juegan con objetos de metal! Y el peque exclama gustoso : ¡entonces, puedo jugar con mi planchita!
gil_lavenant@hotmail.com
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