* El gobierno local rechazó el calificativo de ciudad violenta con que el gobierno estadounidense calificó a Tijuana.
El gobierno de Baja California encabezado por el panista José Guadalupe Osuna Millán rechazó que Tijuana merezca el calificativo de "ciudad violenta", tras la advertencia que hizo Estados Unidos a sus ciudadanos.
En un boletín de prensa advirtió que su administración trabaja en estrecha coordinación con el municipio y federación para "brindar a las familias bajacalifornianas la seguridad que merecen".Además, sostuvo, ofrece hospitalidad y tranquilidad necesarias a los visitantes.
"Ante la nueva alerta emitida por el Departamento de Estado del gobierno de Estados Unidos, respecto a no visitar ciudades fronterizas mexicanas por considerarlas violentas, el Poder Ejecutivo del Estado rechaza que ciudades bajacalifornianas, como Tijuana, merezcan ese calificativo", refiere el comunicado.
Explica que en esta ciudad se han atendido las causas de la inseguridad, como el crimen organizado, y en este esfuerzo se han obtenido importantes logros y una disminución considerable de los hechos violentos
"Ante los resultados positivos, es necesario que el gobierno estadounidense distinga y reconozca las características particulares que presenta nuestro estado, donde existe una cordial relación con los cuerpos consulares aquí asentados", refiere el boletín de prensa.
Estados Unidos emitió una alerta el domingo para recomendar a sus conciudadanos que salgan de México para prevenir ser víctimas de algún hecho delictivo.
Esto a raíz del asesinato de una mujer en Ciudad Juárez, Chihuahua, a quien se le encontró una identificación que la acredita como supuesta empleada del Consulado estadounidense en esa frontera.
Apenas el jueves 11, el cónsul general estadounidense en Tijuana, Steven Kashkett, calificó las condiciones de esta ciudad como seguras y hasta reveló que él pasea con su familia sin ningún inconveniente.
En entrevista con medios de comunicación, ese mismo día reconoció que las autoridades mexicanas han realizado esfuerzos importantes en materia de seguridad.
"Es difícil cambiar la percepción con las autoridades estadounidenses, pero los éxitos contra el crimen organizado van a modificar esta situación", confió el diplomático.
Se le cuestionó si el nombre de Tijuana debe retirarse de la alerta de viaje y dijo que sería el embajador de Estados Unidos, Carlos Pascual, quien tomaría la decisión luego de verificar que la situación de seguridad ha mejorado.
El viernes siguiente, Kashkett se reunió con el alcalde de Playas de Rosarito, quien había reclamado que no se mencione ese municipio como un sitio violento ante el temor de que alcaldes estadounidenses evitaran viajar a ese municipio al encuentro de alcaldes fronterizos que se llevará a cabo en mayo próximo.
El diplomático estadounidense constató que las condiciones de seguridad en Rosarito son buenas.
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