sábado, 11 de abril de 2009

"CRUZAR LA FRONTERA PARA ABORTAR"

"Cruzar la frontera para abortar en silencio y soledad" es el título de una investigación de Norma Ojeda, académica del Colegio de la Frontera Norte (El Colef), donde documenta cómo la falta de acceso a la ILE obliga a mujeres de municipios de Baja California, como Tijuana, Ensenada, Tecate, Mexicali, a cruzar la frontera para que se les practicara un aborto.

El estudio de Ojeda, que retoma los registros clínicos de Womancare Planned Parenthood para los condados de San Diego y Riverside, en California, indica que las mujeres mexicanas que acudieron en un año a practicarse un aborto representan de 15 a 31 por ciento de los casos atendidos.
El estudio de Ojeda, concluye que las mujeres mexicanas que cruzan la frontera para abortar, "si bien logran escapar de los riesgos de salud y de leyes que las limitan a decidir sobre sus cuerpos, se enfrentan a la etapa aborto y post-aborto en silencio y soledad, al igual que lo hacen las que recurren a clínicas clandestinas localizadas en el territorio mexicano".
Existe, sin embargo, otra parte de la población femenina, empobrecida, que no puede acudir a la ILE en Estados Unidos, por lo que recurre a interrupciones clandestinas en condiciones de insalubridad o mediante procedimientos rudimentarios, como agujas de tejer, alambres, tés, que ponen en riesgo su vida: sobre ellas y su destino poco se sabe.

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