PLAYAS DE ROSARITO.- Una franca ruptura aflora en el gremio de transportistas de Rosarito, a dos años del actual gobierno municipal donde lejos de mediar; la autoridad ha condescendido a todas y cada una de las peticiones del gremio y como nunca antes, el actual gobierno municipal ha sido más que esplendido con los transportistas.
No obstante, la situación se ha tensado supuestamente a raíz de recientes modificaciones al Reglamento Municipal donde a decir del Regidor y también líder transportista Miguel Calles Muñoz se buscó da prioridad a la seguridad tanto de los usuarios locales, como de los usuarios foráneos o intermunicipales.
Varios factores entran en juego en esta ruptura y todos son de pronóstico reservado tomando en cuenta recientes hechos violentos donde conocidos integrantes del gremio se han visto involucrados a saber:
Los fuertes intereses económicos en juego, el reacomodo de las distintas organizaciones transportistas, el factor político y sobre todo la voracidad, la guerra de egos y de vanidades entre los involucrados “ya crecidos como están”, comenta observadores locales en torno a este delicado tema.
Esto sin perder de vista que las dos únicas empresas del transporte masivo local: “Transportes V Municipio” y “Transporte Urbano y Suburbano del Quinto Municipio”, ambas son encabezadas nada menos que por Candelario Arceaga Aguirre, un polémico personaje local quien, tácitamente mantiene el monopolio del transporte en Rosarito.
Hoy convertido en un acaudalado empresario transportista Arceaga Aguirre se da el lujo de apoyar las campañas electorales de varios partidos políticos a la vez, con tal de favorecerse en su momento por los políticos en turno, al permitirle imponer a funcionarios afines en el gobierno.
Tal es el caso del actual director de Transporte Municipal Enrique Díaz Pérez, quien no oculta sus diferencias personales con el regidor Calles Muñoz y fidelidad al empresario transportista.
Un ambiente enrarecido ha polarizado las relaciones al grado de revelar el edil Calles, el temer por su vida al ser blanco de amenazas en su contra, por lo que se vio forzado a pedir el apoyo de un policía armado que funja como su guardaespaldas personal, durante varias horas del día.
Por tal motivo se comisionó como su escolta, nada menos que en el Oficial Raúl Paredes Esquer; ex comandante, ex vocero de la Policía en tiempos de Jorge Eduardo Montero Álvarez y ex candidato a la alcaldía de Rosarito por el PEBC.
Así las cosas y en medio de una creciente violencia e inseguridad, no se ve quien ponga orden y brinde certidumbre en esta polarización del gremio transportista de Rosarito donde las especulaciones están a la orden del día.
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