Extraída de su mundo, de su zona de confort por los aviesos intereses de su promotor deportivo, Fernando Beltrán, la boxeadora y candidata a diputada federal por el VIII distrito electoral, Jackie Nava, a un par de días de que se celebra la elección, desconoce las razones oscuras que estos personajes tienen para intentar con los recursos económicos y humanos de los gobiernos del estado y del municipio de Playas de Rosarito, hacerla llegar a la cámara baja del Congreso de la Unión.
La arquitecta de profesión, nunca imagino que se subiría al ring de la política a pelear por un triunfo, en una lid que se encuentra muy alejada de las luchas que ella sostiene en los cuadriláteros para defender su cetro y lograr las victorias. En política la contienda es más sanguinaria, los golpes bajos son permitidos y son los que más daño generan, tanto al que lo recibe como a los que están a su alrededor, especialmente a la familia.
Y no porque la pugilista no tenga el derecho de ser nominada candidata y ser votada, la constitución y la ley se lo permiten, sino, porque mostró durante el proceso de campaña, que no es el plano en el que se ha desenvuelto cuando se encuentra fuera de los cuadriláteros, y que no le interesa circular en el, su pasión y vida giran en torno al boxeo, su profesión y como madre de familia.
Sin embargo, esto no importo a quienes les interesa que ella llegue a la cámara de diputados en San Lázaro, el gobernador y su promotor, Fernando Beltrán, lo que les importa, y es lo trascendental para ellos, es que Jackie Nava triunfe, ya se encargaran de instruirla y dictarle las ordenes conducentes para lograr sus, hasta ahora, desconocidos planes.
Lo lamentable del asunto no son las aviesas intenciones y acciones de Fernando Beltrán, para lograr sus propósitos, si no, que la señora Nava accedió a que la utilizarán y haya aceptado ser el conducto de esos oscuros intereses que manejan los dos personajes, matizando de esta forma la imagen de transparencia que durante años mantuvo.
Impuesta por el gobernador, pisoteando con ello las aspiraciones y derechos de las mujeres panistas en el VIII distrito, que cuentan con el trabajo partidista y político para ser candidatas, a través de un proceso electivo impulsado por la fuerza de "convencimiento" que da la nómina gubernamental, tanto del estado como del municipio de Playas de Rosarito, demarcación integrada a ése distrito, Jackie Nava, se percató de su error cuando ya no le permitieron dar marcha atrás a su equívoca decisión.
Se puede considerar como una muestra de ello, su falta de interés para conocer a fondo la problemática que aqueja al distrito en el que radica y compite, especialmente en lo que se refiere al municipio rosaritense, en el ámbito de solución a través del ejercicio legislativo, y no por ausencia de capacidad, la señora es inteligente, se graduó con honores, sino, por su rechazo al juego político en el que la introdujeron el gobernador y su promotor, hecho que se denota fehacientemente en su rostro.
Ya no hay retorno, solo le resta esperar el resultado, y confiar en que los aparatos gubernamentales y por el alcalde de Playas de Rosarito, Silvano Abarca, con sus respectivos recursos públicos, económicos y humanos, el día domingo logren hacerla llegar a la cámara de diputados y con ello satisfacer los intereses aviesos de quienes la impusieron e impulsaron en la odisea política.
De lo contrario, se sumara a su matizada imagen, el descrédito y la derrota.
Ironía......
Es que, se pida a los ciudadanos salir a votar con valor para que no ganen los de siempre, y luego, decline en favor de los que se quiere cambiar.
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