Pasaron apenas cinco días desde que el último viernes se puso gris con la triste noticia de la muerte de Gustavo Cerati (55). Pero a pesar del dolor y el poco tiempo transcurrido, Lilian Clark habló con la revista Gente.
Fiel al estilo que siempre mantuvo con la prensa, desde los últimos cuatro años en que su hijo permaneció internado después de sufrir un ACV, sus primeras palabras fueron: "La gente fue un soporte muy grande todo este tiempo. Siento un profundo agradecimiento. Ya va a llegar el momento, cuando esté más tranquila, de agradecer públicamente".
Esta madre coraje, de 84 años, sigue viviendo en su casa de Villa Ortúzar, el mismo lugar donde creció el ex Soda Stereo. Allí Lilian armó un pequeño altar con fotos, rosarios, discos, dos Gardel de Oro, cuadros y todo tipo de recuerdos imborrables como las fotos del casamiento de Gustavo y la chilena Cecilia Amenábar, madre de sus únicos hijos Benito y Lisa.
"La partida de Gustavo, por todo lo que yo viví en estos días, me hizo acordar a cuando murió Gardel, porque se transformó la ciudad. En el cortejo no se podía avanzar por la gente: grandes, chicos, mujeres, hombres. Yo no lo podía creer. Esta muestra de cariño ayuda mucho en estos momentos. Es muy duro, yo aposté hasta último momento", admitió.
La madre del músico admitió que apostó hasta último momento por la recuperación de su hijo. "Sabía que era muy grave lo de Gustavo. Yo no me engañaba fácilmente... Soy profundamente creyente de que hay algo superior. Apostamos a que el cuerpo estaba muy bien cuidado por los médicos. Eso era así, pero nosotros no somos sólo cuerpo. Somos cuerpo, alma, espíritu". Lilian Clark dijo que ya habrá momento para volver a hablar. "Ahora necesito llamarme un tiempo a silencio y agradecer el infinito apoyo de tanta gente".
BUENOS AIRES.- Habló Lilian Clark, la madre de Gustavo Cerati.
La madre del músico lo acompañó a sol y a sombra durante toda su vida, pero su amor y esperanza se intensificaron cuando, hace cuatro años, el músico sufrió un ACV que lo dejó en estado de coma.
Lilian Clark estuvo presente todos los días en las dos clínicas en las que Gustavo Cerati estuvo internado. Sosteniéndole la mano, cantándole al oído, acariciándolo, conectándolo con la vida.
El 4 de septiembre de 2014, el cuerpo de Gustavo Cerati dijo basta y allí, por supuesto, estaba su mamá, para despedirlo.
La revista Gente habló con ella el fin de semana, a dos días de la muerte del músico. Aprovechando el "encuentro casual", Lilian Clark aceptó hablar: "Es muy duro. Yo aposté hasta el último momento. Sabía que era muy grave lo de Gustavo, yo no me engañaba fácilmente… Yo decía ‘Bueno Gustavo también es UNO, tiene una impresión digital diferente, a lo mejor es él’, porque estadísticamente su enfermedad es de muy poca recuperación, pero yo creía que Gustavo a lo mejor… Apostaba a eso, que es algo que te lo da solamente la fe".
Además, Lilian Clark agregó: "El cuerpo estaba muy cuidado por los médicos, pero nosotros no somos sólo cuerpo".
Para el final, la madre de Gustavo Cerati, que siempre se comportó súper amable con la prensa y los fans de su hijo, concluyó: "Necesito llamarme un tiempo a silencio y agradecer el infinito apoyo de la gente". (Especial El Intransigente)
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