El diputado local Roberto Dávalos Flores, es el único representante de los bajacalifornianos que realmente tiene el deseo y la voluntad de buscar un cambio para bien de todos en esta frontera.
Es el único que ha dado muestra de querer ayudar a los ciudadanos, sobre todo cuando el gobierno trata de aplicar más impuestos, como es el caso de los verificentros que, sin justificación alguna, trata de poner en función para afectar más la desgastada economía de los bajacalifornianos.
En el caso de los verificentros, ya se ha comprobado que no tienen razón de existir porque la contaminación en la entidad no representa un peligro para la salud de los bajacalifornianos y por ende no hay elementos fehacientes para que se obligue a los automovilistas a llevar a esos centros para su revisión sus carros.
El caso ha llevado a varios especialistas a realizar pruebas donde se ha demostrado que no hay contaminación ambiental, incluso a los mexicalenses intentaron hacerlos creer que el polvo que llega del Valle afectaba su salud gravemente.
Aunque no hay pruebas, de todos es sabido que la existencia de los llamados verificentros, es sólo por un compromiso político entre altas autoridades del Partido Acción Nacional (PAN) y otros que se aliaron con ellos en campañas electorales, lo que quiere decir que con esa concesión quisieron pagar el apoyo para mantener el poder en la entidad.
Ningún bajacaliforniano está de acuerdo en pagar por ese servicio a pesar de que nuestros gobernantes han buscado obligar con la amenaza de no renovarles las placas de sus autos. Por lo que se deduce que es otro negocio para los que están en el poder, como lo han hecho año tras año cuando han decidido cambiar las láminas, porque obligan al ciudadano a pagar más por ese concepto.
Es oportuno recordar que si al inicio mencionamos al diputado Dávalos Flores, como el único que realmente está del lado de los ciudadanos, tal vez lo hace porque finalmente ha logrado llegar al lugar desde donde puede velar por los intereses de los bajacalifornianos, luego que fue una “victima colateral” del asesinato de Luis Donaldo Colosio, ocurrido el 23 de marzo de 1994.
También debo recordar que junto con el licenciado Aarón Juárez Jiménez, quien la tarde-noche de ese 23 de marzo de 1994, halló la esquirla del segundo disparo y pudo darse cuenta que no correspondía a la misma arma con la que se cometió el magnicidio y otros litigantes fueron víctimas de un sabotaje porque al circular por la Rumorosa, ya de regreso de la capital del estado, el auto en el que viajaban se volcó y en el accidente falleció Juárez Jiménez y Roberto Dávalos, aunque salvó la vida tuvo que quedar postrado en una silla de ruedas por las lesiones sufridas.
El caso es que Roberto Dávalos es parte de un grupo de ciudadanos que desde ese entonces dieron muestra de querer buscar la verdad con toda honestidad, para que los mexicanos pudieran saber realmente lo que sucedió y sucede en todos los ámbitos políticos, pues debo recordar también que el licenciado Aarón Juárez Jiménez, oriundo del estado de Oaxaca, estuvo dedicado a defender los derechos de sus paisanos, mismos que con frecuencia eran víctimas de diferentes autoridades en esta ciudad fronteriza.
Entre este grupo de abogados, que fueron “víctimas colaterales” del magnicidio, se encuentra también el licenciado Carlos Mejía, un abogado bajito de estatura que actualmente funge como director del XXI Ayuntamiento de Tijuana y el cual dio muestra de su capacidad al defender a dos tijuanenses que compraron un vehículo en el remate que hace el gobierno estadounidense, al cual le hallaron marihuana en las puertas aunque ya habían pasado unos años y aunque demandaron al gobierno del vecino país por ese motivo, se sabe que esperan que se haga justicia porque los tijuanenses fueron encarcelados en Ensenada por espacio de más de un año.
El caso es que Roberto Dávalos, para quienes no lo conocen, es de los políticos que no se venden ni se prestan para atentar contra los bajacalifornianos, incluso hay personas que ya lo llaman el diputado incómodo porque cuando las diferentes facciones en el Congreso o el gobierno quieren aprobar algo que no está bien, él saca a relucir las irregularidades y revela públicamente las malas intenciones de sus colegas legisladores locales.
Tal es el caso de la Ley del Servicio Civil que envió el gobernador anterior al Congreso, en el que se ve claramente una iniciativa lenonina con la que busca tener todo el control de los trabajadores y con ello lesionar los intereses de los burócratas de todo el estado. Sin embargo, aunque intentaron hacer creer que debía aprobarse tal cual se había presentado la intervención del diputado Dávalos Flores y la participación de los mismos trabajadores que se encuentran en el sindicato de burócratas, evitaron que los aplastaran como lo hizo el gobierno federal en el caso de la reforma a la Ley del ISSSTE. Claro, esto cuando el Ejecutivo era encabezado por Felipe Calderón.
Hay que recordar que a cada uno de los diputados les asignan un presupuesto para gasto social, mismo que en muchos de los legisladores no se conoce el destino que les dan a esos recursos y en cambio, Roberto Dávalos, con frecuencia es visto haciendo entrega de recursos, principalmente a los que más necesitan.
El caso es que para muchos bajacalifornianos, sorprende que, pese a su condición, Roberto Dávalos, presta atención a todos los que le piden apoyo en la entidad y busca estar pendiente de temas en los que las autoridades o los malos diputados puedan atentar contra los ciudadanos.
Aclaro que este artículo fue por iniciativa propia, toda vez que a lo largo de mis más de 30 años como periodista, es el primero que realmente hace lo que dice, porque a lo largo de todo ese tiempo tanto gobernantes, como legisladores y regidores, se olvidan de las promesas de campaña y seguramente basados en que “el prometer no empobrece”.
Por más de 70 años, los mexicanos fuimos víctimas del priismo que, por desgracia, otra vez nos gobierna, donde todos los dinosaurios quieren permanecer por una eternidad y de donde surgió, por ejemplo, Fernando Castro Trenti, el cual mantiene como rehén al Congreso, al ORFIS y al organismo electoral, desde donde buscan hacer lo de siempre, manipular la voluntad de los miles de votantes que confiadamente acuden a sufragar en busca de una verdadera democracia.
Actualmente en el Congreso local, los diputados del PRI y otros “satélites”, son simplemente títeres de Castro Trenti, quien a pesar de estar tan lejos sigue con el poder de todos sus seguidores y el que no quiera ver las cosas realmente como son, pues que siga en su ostracismo.
Y como lo dije al principio, Roberto Dávalos es el único que vela por los intereses de los bajacalifornianos, pues apenas antier denunció la falta de empleo y seguridad, motivo por el que nuevamente seguimos viendo crímenes de alto impacto con más frecuencia.
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