Eran casi las diez de la noche del viernes cuando patrullas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) empezaron a llegar a las calles de la Zona Norte.
La inspección inició en el interior de los centros nocturnos, en donde los agentes revisaron a bailarinas, empleados y clientes, a quienes no les encontraron nada ilegal, reportó la PME.
En el caso de las féminas les revisaron que contaran con sus tarjetas sanitarias expedidas por la Dirección de Salud del Gobierno Municipal.
También se les pedían sus credenciales de elector del IFE para comprobar su mayoría de edad, fue entonces que encontraron a una joven reportada como desaparecida en el Centro de Atención a Personas Extraviadas o Ausentes (CAPEA) de la Suprocuraduría de Justicia en Tijuana.
"La identidad era la misma, pero la fotografía no coincidía con la de la joven localizada", explicó un detective que participó en el operativo.
La mujer quien labora como bailarina en un centro nocturno expresó a los agentes: "Sé que así se llama mi mamá, la del reporte. Pero yo crecí con mi abuela".
El reporte decía la dama era menor de edad, aunque ella presentó una acta de nacimiento oficial donde se acreditaba su mayoría de edad.
Luego las autoridades la llevaron hasta las oficinas de CAPEA en la Zona del Río, en donde los agentes ministeriales se enteraron la mamá interpuso la pesquisa para encontrarse con su hija, quien al tenerla de frente espetó "¡Ah, sí!, Ella es mi mamá".
La joven quedó en libertad porque no es menor y no se determinó exista delito que perseguir. Su madre sólo la vio en las instalaciones sin cruzar palabra alguna.
Los operativos de la PME se extendieron a la calle Sexta en la Zona Centro, en donde se revisaron a peatones y parroquianos, a quienes sometieron a inspecciones de rutina.
También revisaron algunos vehículos, sin detectarse alguno robado por la Central de Emergencias.
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