La corrupción se ha convertido en una práctica normal, tolerable y hasta justificable, dentro de las filas de la policía municipal de Playas de Rosarito. Y proviene principalmente, de acuerdo a las denuncias, de los mandos y sus relaciones con el poder político, más que de la tropa, donde actúan en su mayoría policías con valores de honestidad y trabajo.
La seguridad pública implica, que los ciudadanos de una misma región puedan convivir en armonía, cada uno respetando los derechos de los demás, la seguridad pública es un servicio que debe ser universal (tiene que alcanzar a todas las personas) para proteger la integridad física de los ciudadanos y sus bienes.
Para esto, existen las fuerzas de seguridad (como la policía municipal), una de las obligaciones de las fuerzas de seguridad municipal es inhibir el delito, y en caso de flagrancia, detener a los delincuentes y entregarlos a las instancias correspondientes (Procuradurías, estatal y federal), que serán las responsables de entregarlos a los impartidores de justicia, quienes implementaran los castigos correspondientes de acuerdo a la ley.
Entre los elementos de la policía municipal rosaritense existe el temor para denunciar lo que acontece en la corporación, las represalias de los jefes serían radicales, son capaces de dejarnos sin trabajo, señalan algunos policías consultados.
De igual forma les sucede por no cumplir sus caprichos, como ¨llevarles el queso para sus quesadillas a cualquier hora¨, ¨llevar y traer a sus hijos a las escuelas, y a las esposas al mandado¨ es parte de las actividades que les imponen, y aquel que no responda como se le indica, queda de inmediato suspendido sin goce de sueldo, en perjuicio de la familia del oficial, ¨mientras las familias de los mandos estén bien, las otras no importan¨, señalaron los agentes.
"La corrupción somos todos y ni como hacerle cuando no hay más opción que tener que cubrir una cuota semanal (los oficiales le dicen cundina para distraer al enemigo), pero pobre de aquel que lo divulgue o no cumpla¨, fueron algunas de .las denuncias que elementos de la policía municipal hicieron a éste rotativo.
Agregaron que su director se ufana de que, próximamente será el Secretario de seguridad en el estado, ya que asegura que, su hermano, Fernando Castro Trenti, candidato a Gobernador por la alianza ¨Compromiso por Baja California¨, llegara a ser el próximo titular del ejecutivo del estado. En éstas mismas características se encuentra el Comandante Operativo, Alberto Navarrete y su esposa, a la que todos le dicen la comandanta, ya que a pesar de ser personal administrativo, la señora se dedica a patrullar la ciudad y a realizar cuanta trapacería e irregularidades se le presentan, ya que no hay quien les ponga un alto.
Una de las ilegalidades cometidas por Alberto Navarrete y que más asombra a los agentes, es el uso y abuso de la policía auxiliar, la cual la utilizan para ejecutar operativos nocturnos donde les permiten a los elementos de la auxiliar andar armados para cometer hurtos y extorsiones, para cuidar negocios y no se reporta el pago a las arcas del gobierno y que decir de los detenidos injustamente solo por su apariencia, y todo esto con la aprobación de los altos mandos.
Los ciudadanos se indignan cuando son robados en sus casa, negocios pero solo queda en eso indignación y si se cuenta con algún seguro se presentara la denuncia correspondiente, ya que se sabe el denunciar solo se hace por requisito ya que nunca se obtiene resultado alguno.
EL TEMOR
En todas las corporaciones se cuenta con policías que realmente quieren hacer las cosas bien, pero lamentablemente las circunstancias los orillan a cometer irregularidades y callar, hoy más que nunca, los agentes en Rosarito temen denunciar, ya que si se hace realidad que FERNANDO CASTRO TRENTI llegue a ser el gobernador de Baja California, convencidos están que se desataría una cacería de brujas contra quienes no se subordinaron o aceptaron las condiciones de trabajo de parte del Director de Seguridad Publica, asi como de sus ahijados, Alberto Navarrete y esposa.
Claros ejemplos de que no se tentaría el corazón para culparlos ya existen, con su sola palabra ante sindicatura, sin prueba alguna, se ha removido a policías, siempre en contubernio con el síndico Municipal Roberto Perales Sánchez, ya que a este funcionario señalan los denunciantes, también le llega parte de las cuotas que se le solicitan a los elementos.
Simple hostigamiento y corrupción
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