Por Gilberto Lavenant
El día de ayer, con notoria jactancia, soberbia, petulancia y presunción, la oficina de comunicación social del gobierno estatal hizo circular boletín mediante el cual daba a conocer el sentido de la resolución dictada por la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, respecto del Incidente de Inejecución de Sentencia, promovido en contra del Gobernador José Guadalupe Osuna Millán.
Es el caso relativo a la expropiación de una fracción de terreno del predio mayor conocido como “El Monumento”, en Tijuana, cuyos afectados promovieron amparo y lograron sentencia favorable que obliga al gobierno estatal a pagarles 589 millones de pesos de indemnización, como cumplimiento sustituto de la resolución en mención.
El jucio de amparo es el registrado bajo expediente 431/2009 del índice del Juzgado Cuarto de Distrito, con residencia en Tijuana. Osuna Millán se negó a pagar, aduciendo que era exagerado el monto exigido.
Le valió gorro que le advirtieran, que conforme a la fracción XVI del Artículo 107 de la Constitución Federal : “…Si concedido el amparo la autoridad responsable insistiere en la repetición del acto reclamado o tratare de eludir la sentencia de la autoridad federal, y la Suprema Corte de Justicia estima que es inexcusable el incumplimiento, dicha autoridad será inmediatamente separada de su cargo y consignada al Juez de Distrito que corresponda”.
En este caso, la parte afectada hizo constar el incumplimiento de la sentencia por parte de Osuna Millán y por lo tanto promovió Incidente de Inejecución de Sentencia, turnando el expediente, para los efectos correspondientes, al Tribunal Colegiado correspondiente del XV Circuito, con sede en Mexicali.
El Colgiado determinó procedente el incidente, el Ejecutivo Estatal promovió revisión y el asunto fue enviado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, siendo turnada a la Segunda Sala, designando a Sergio Salvador Aguirre Anguiano, como Ministro Ponente.
Luego de haberlo pospuesto durante varios días, en la sesión de ayer, miércoles 14 de noviembre, fue dada a conocer y aprobada la resolución, que declara improcedente el incidente, dejando sin efecto la determinación de procedencia del Colegiado y por lo tanto ordenando la devolución del expediente al Juez de Distrito de origen.
Total, pasó lo que ya se había evidenciado. Primero, ante la postura soberbia del Gobernador Osuna Millán, al trascender que éste asunto estaba en manos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el pasado 22 de octubre.
El columnista observó que resultaba extraño, que el Gobernador, envalentonado, como jovenzuelo pendenciero, ese mismo día comentó el asunto. Dijo que se trataba de un abuso, que pretendían que el gobierno pagara una cantidad exagerada de dinero y que estaba dispuesto a que lo cesaran y procesaran penalmente, pero que defendería el interés público y que estaba litigando a favor de los ciudadanos.
También extraño, fue que en lugar de ponerse nervioso, ante el posihle riesgo de cese y procesamiento penal, Osuna Millán decidió irse de gira al Asia.
Esto llevó al columnista a hacer indagaciones al respecto, haciendo constar que efectivamente el Incidente de Inejecución debería ser resuelto por el Ministro Aguirre Anguiano, quien parecía no tener prisa por emitir el proyecto de sentencia, no obstante que el próximo 30 de noviembre concluye su gestión en la Corte.
Entonces, el columnista verificó los antecedentes relativos a la trayectoria, personalidad e impresión que se podía recabar respecto a dicho Ministro. El viernes 9 de noviembre, bajo el título de “El Señor Ministro”, hizo las observaciones correspondientes.
Decía que Aguirre Anguiano, según Wikipedia, la enciclopedia libre, ha sido duramente cuestionado por su antigua militancia panista y conservadora. Ha generado numerosas polémicas por sus pronunciamientos. Entre los casos más sonados, se opuso a que el gobernador panista de Morelos, Sergio Estrada Cajigal, acusado de estar involucrado con el crímen organizado, fuese destituído. Que la filiación partidista, fue decisiva en esta resolución, en el 2004.
También, desechó el juicio promovido por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, para tratar de impedir el desafuero del entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador, precisamente por desacato a una sentencia de amparo. En este asunto, el aspecto partidista, fue de gran peso, aunque en contra. Esto fue en julio del 2004.
Sin embargo, absurdamente, estuvo a favor de la absolución del gobernador priísta de Puebla, Mario Marín, el llamado “gober precioso”, en un serio asunto de violación de los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho, quien le acusó de estar involucrado en asuntos de pederastía. El asunto fue manejado en Noviembre del 2007.
Total, el columnista concluía, señalando que Aguirre Anguiano, es panista. Que bajo las siglas del blanquiazul, fue regidor del Ayuntamiento de Guadalajara, durante el período 1985-1986. Observaba que, dicen, “no niega la cruz de su parroquia”. Que por lo tanto, vistos los antecedentes, del Señor Ministro, no se necesitaba ser adivino para anticipar los términos en que resolvería el asunto de Osuna Millán. Que panista, no come panista. Que esto era malo, para los afectados por el acto expropiatorio. Que quizás si hubiesen sacado a relucir su filiación partidista, todo sería distinto.
Sin ser adivino, las cosas resultaron como lo advirtió el columnista. Después de 3 años de remar contra la corriente, los afectados por un acto arbitrario, se toparon con pared y tienen que volver a empezar. Dicho con respeto, asuntos como este, hacen aparecer a la Diosa de la Justicia, como una damisela barata.
gil_lavenants@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario