Por Pedro Martínez Serrano
El ex presidente del PRI en Baja California, Humberto Lepe Lepe, es un hombre profundamente hábil, sobradamente ventajoso y, lógico, exponencialmente traicionero. Para él, todo, absolutamente todo, se traduce en un negocio. En los Estados a los que ha sido enviado con cualquier pretexto por el Comité Nacional de su partido, ha hecho jugosísimos y ventajosísimos negocios.
Hoy, el mexicalense más fuereño, busca hacerse notar como precandidato a la gubernatura del Estado. Sabe que no tiene ninguna posibilidad pero, mañoso como es, ya calcula los dividendos a obtener con los muchos y muy variados cuentos en los que soporta su intrascendente presencia en Baja California. En su estado natal, a Humberto Lepe no lo conocen y, por no conocerlo, no confían en él.
Sin embargo, hábil como es, el tal Lepe Lepe ya encontró mecenas y, a cambio de puras promesas y mentiras, consiguió que el ingeniero Jorge Hank Rhon le peche algunos gastos, tan necesarios en pre campaña, más costosa aún, cuando no se dispone de reconocimiento político, social y menos partidista. Hank es un buen hombre y de eso se aprovecha el gaznate aventurero que tan malos recuerdos dejó en el Estado de México.
Hoy, como lo hizo en la entidad que vio nacer a Enrique Peña Nieto, donde Negocios Lepe dejó decenas de defraudados, en Baja California, el ex gato de Beatriz Paredes Rangel, empieza a ofrecer candidaturas y, el colmo, posiciones dentro de su gobierno; nada más irrisorio, aunque en el desborde de la ingenuidad hay quienes se lo creen, especialmente adultos mayores, muy mayores que lo único que tienen de priístas es la credencial.
Pero me dicen que el tal Lepe no sólo ofrece candidaturas, con el cuento de que es enviado por el mismísimo Enrique Peña Nieto a Baja California, anda ya buscando contratos para algunas empresas en las que los beneficiados serán sus hijos. Es un sujeto sin escrúpulos que sabe que lo más lejos que tiene en su vida, es precisamente la candidatura que hoy presume buscar.
Acostumbrado a morder la mano a quien le da de comer y a firmar sus actos de vida con la traición, Humberto Lepe, no solo trae a sablazos al ingeniero Jorge Hank Rhon y al presidente municipal de Mexicali, el ingenuo, tanto como ladrón Francisco Pérez Tejada. Ahora los trae de comparsa.
La gráfica que empleados del Grupo Caliente ordenaron circular y comentar, los exhibe como lo que son: una pandilla de ingenuos bufones que no sirven más que para decir si a lo que les ordena su jefe, el muy querido, pero sobre todo buen hombre Jorge Hank.
Por cierto, hay que anotar que el alcaldito de Mexicali¸ Francisco Pérez Tejada ocupa como carta de presentación, para fortalecer sus aspiraciones en busca de la candidatura al gobierno del Estado, los millonarios donativos que, según él, hizo a la campaña presidencial.
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