Por Pedro Martínez Serrano
El ex diputado federal y concesionario en Baja California del Partido Verde (PV), Eduardo Ledesma Romo es un sujeto ingenuo, y por ingenuo, manipulable; y por manipulable, títere sin voluntad ni talento, al que una pandilla de vividores, encabezada por Noé Rivera Domínguez, le han hecho creer la estupidez más irrisoria, más absurda: que puede ganar la gubernatura del Estado.
Y es que quien pilotea al Pochongo Ledesma Romo, es el simulador, mitómano y vividor Rivera Domínguez Aguilar, un sujeto acostumbrado a vivir del sablazo, la extorsión y la difamación. La dueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo Morales es quien mejor prueba el signo de traición que etiqueta al tal Domínguez. Ella lo inventó, lo sacó de la nada, le atasco los bolsillos de dinero y, ahora, es su más rabioso crítico.
Lo mismo sucedió en Ensenada, en donde el presidente municipal Enrique Pelayo Torres lo designó coordinador general de gabinete y, en unos meses de trabajo, gracias a la presión de integrantes del cabildo, se lo tuvo que sacudir, luego de que robó a manos llenas en el ayuntamiento.
Hoy, el encantador de pendejos, encontró en el iluso, ingenuo e inútil Eduardo Ledesma Romo al mejor instrumento para seguir viviendo como rey en Baja California; al menos durante el tiempo que tarde la postulación como candidato y la campaña al gobierno del estado del popular rey de los travestis y transexuales de la Zona Rosa de la Ciudad de México, de donde me dicen que no salía El Pochongo, en sus días de diputado federal.
Uno más que promueve con todo, y por todo le saca dinero al ingenuo, ignorante, irresponsable, traicionero y servil Ledesma Romo, es su empleado Mariano San Román Flores, a quien ha tenido como dirigente en la entidad del Partido Verde.
San Román, hoy enchufado en la nómina municipal como regidor, gracias a la imposición de su jefe El Pochongo, reparte su tiempo entre descansar, no acudir al ayuntamiento, más que para cobrar y hacer funciones de organizador y servil edecán en las comilonas que se le organizan a Ledesma Romo, para ganar prosélitos a ese loco proyecto de convertirlo en candidato a gobernador.
Así las cosas, lo único cierto de esa irrisoria vacilada, dicen quienes conocen y bien al Pochongo Eduardo Ledesma Romo, entre risas burlonas y comentarios mordaces, que su campaña va a estar muy colorida y, eso sí, va a ser muy coqueta, porque de seguro va a traer a sus amigas travestis y transexuales de la Ciudad de México, entre quienes incluirá, con toda seguridad a su noviecita, un caballero de viste de mujer y muestra implantes en los pechos, al que llama cariñosamente Devany.
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