1. Menos estrés, mejor humor
El sexo aumenta los niveles de dopamina, el neurotransmisor del placer en el cerebro, igual que ocurre con las drogas, el chocolate y ganar al bingo. Después del orgasmo aumentan los niveles de prolactina, que produce relajación (y sueño, sobre todo en los hombres). Varios estudios demuestran que además el sexo disminuye el riesgo y los trastornos de la depresión.
2. No sirve como ejercicio, pero se queman calorías y ayuda al corazón.
Durante el sexo se queman tantas calorías como pasando el aspirador, es decir, no sustituye la sesión de cardio ni los cinco kilómetros de carrera. A cambio con el sexo se segrega la hormona DHEA que dilata las arterias y mejora la circulación, previniendo enfermedades cardíacas.
3. Más sexo, más testosterona, más sexo
El sexo frecuente hace aumentar los niveles de testosterona, la hormona que necesitas para aumentar tu masa muscular. A la inversa también ocurre. Los suplementos deportivos para aumentar la testosterona, como el extracto de Tribulus Terrestris, tienen como efecto secundario aumentar la libido.
4. El secreto de la eterna juventud
Los médicos sospechaban que el sexo frecuente podía causar cáncer de próstata. Lo que se encontró fue lo contrario. En un estudio de 2004 se comprobó que en realidad los hombres que eyaculaban 20 veces o más al mes tenían menos riesgo de padecerlo.
5. Al alcance de la mano
Como decía Woody Allen, el sexo es como jugar al bridge. Si no tienes un buen compañero, más vale que tengas una buena mano. El sexo en solitario, lejos de ser un problema, tiene tantas ventajas fisiológicas como el compartido. Mejora el sistema inmunitario, previene infecciones por hongos en las mujeres y protege la próstata en los hombres. Además, es imprescindible para aprender sobre nuestra propia respuesta sexual antes de compartirla con otras personas.
Fuente: Quo.es
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