Expediente Político: Bandoleros llamados maestros

Por Alfredo Calva

El pasado lunes un grupo de maestros pertenecientes a la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE), mostraron su naturaleza de bandoleros, al presentarse ante las instalaciones de la empresa Televisa en la capital del país, sitio en el que se dieron a la tarea de quemar la basura que se encontraba en el interior de un contenedor.

El motivo de este acto de carácter vandálico, tuvo como objeto exigir a la televisora un espacio como el que le asignaron a los jóvenes integrantes del movimiento ¨#Yo Soy 132¨, para expresar su rechazo al programa federal denominado ¨Alianza por la Educación¨ , específicamente, por la Evaluación Universal para Maestros, Prueba de Enlace y Carrera Magisterial, que en los próximos días pondrá en marcha la SEP.

Los mentores pertenecientes a los estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, ya tienen con sus actitudes hasta la madre a los padres de familia de los escolapios afectados con el paro de actividades escolares y a los ciudadanos del D.F. y de empresas como televisa, por sus constantes marchas y actos vandálicos de protesta.

Las escenas que se transmitieron en los diferentes medios de comunicación que cubrieron el evento, pusieron y expusieron la clase de barbajanes que guardan la responsabilidad de brindar instrucción y educación a los ciudadanos del futuro, mostraron el ADN gorilesco del que ellos acusan a la autoridad, cuando esta pretende someterlos al orden.

Nadie está en contra de que los mentores exijan y defiendan lo que creen que es justo y correcto para ellos, lo que nadie ya les soporta es que, les importe madre el derecho de los demás, en especial, el de los niños que resultan seriamente afectados por este tipo de actitudes y actividades, en detrimento grave de la propia calidad educativa.

Ya es tiempo de que los padres de familia, en colaboración con la autoridad educativa, exijan y obliguen a los profesores a llevar a cabo su tarea, sus labores, el compromiso por el cual se alquilaron y que hace algunas décadas, aun se consideraba un apostolado, el de enseñar a ser hombres y mujeres de bien a los escolares.

Ya basta, ya es hora de que los gobiernos de los tres niveles hagan valer el estado de derecho y obligue a estos maestros con características de bandoleros, respetar los ordenamientos existentes que permiten la convivencia ciudadana, que tal parece para los mentores no aplican, esto sin que signifique el retorno a los gobiernos autoritarios y represores, pero si, responsables de mantener el orden que permita para todos, el desarrollo armónico de sus actividades.