Por Gilberto Lavenant
Los ricos, los verdaderamente ricos, tienen casi todo lo que quieren. Casi. Lo único que les está vedado, de manera directa, es el poder político. Bueno, hasta en el ámbito de la religión, se dice –teórica o dogmáticamente- que “…Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios”.
En la práctica, quizás no logre pasar un camello por el ojo de una aguja, pero casi cualquier rico, al fallecer, recibe los honores religiosos que soliciten sus familiares, siempre y cuando cubran la correspondiente “cooperación”.
Sin embargo, en vida, la presencia o militancia de los ricos, dentro de los partidos políticos, ha sido motivo de controversias y enormes discusiones. El PRI, que gobernó a México por más de 70 años, está integrado por tres sectores : obrero, campesino y popular. Durante años se ha meditado la posibilidad de crear un cuarto sector, el empresarial. A lo más que se ha llegado es a crear organismos empresariales “revolucionarios”. Hasta ahí.
El PAN, identificado como partido de la derecha, se le refiere como identificado plenamente con la iglesia y con los empresarios. Ahí ni siquiera discuten, ni niegan, la posible admisión o militancia de los ricos, empero la inclinación hacia los empresarios es manifiesta. Inocultable.
En los partidos de las izquierdas, por aquello de que en México existen varios, ni siquiera imaginar en la posibilidad de admitir como militantes a los empresarios. Resulta absurdo, aberrante, el simple hecho de pensar en tal posibilidad. Que patrón y trabajador se sienten como iguales ante una mesa, es algo más que una incongruencia.
Sin embargo, aunque a los ricos les interesan los negocios, no la política, siempre han estado relacionados con ésta actividad. Pero no como militantes de un determinado partido político, sino como financieros de candidatos. Muchos de ellos, están acostumbrados a que los citen a reuniones en los que les ”pasan la charola”, para que hagan aportaciones “voluntarias”.
Antes de fallecer Francisco Blake, entonces Secretario de Gobernación, se decía que en su nombre se celebraban reuniones en el sur de California, con diversos empresarios, para que hicieran aportaciones a favor del proyecto que pretendía encabezar hacia la gubernatura de Baja California. Después del trágico accidente, no se supo el destino de lo poco o mucho que en dichas reuniones se logró captar, o si es que alguien sería su sustituto.
No importa el partido político, al final de cuentas los ricos cooperan con todos. Financiar políticos, es como una inversión. Saben que al hacerlo, tienen derecho a disfrutar de privilegios fiscales. Financiar políticos, les reditua enormes ganancias. Los “descuentos” fiscales, no son gratis.
Prueba de esos “pases de charola”, lo es la información que apareció ayer en el periódico capitalino El Universal. Un primo del panista Santiago Creel, citó en su casa, allá en el Distrito Federal, a varios empresarios, a los que se “invitó” a hacer aportaciones a favor del candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador. Los colaboradores y simpatizantes de “el peje”, según la grabación, manifestaron que necesitaban reunir 6 millones de dólares.
Este ha sido uno de los mayores escándalos del actual proceso electoral. Aunque el propio candidato presidencial, López Obrador, presuntamente destinatario de dicho “pase de charola”, negó tales hechos, lo cierto es que la grabación no deja lugar a dudas de que la reunión se llevó a cabo, se identificó a los promotores de la misma, así como a los asistentes, aunque niegan que haya habido aportaciones.
Los hechos ocurrieron el 24 de mayo, en una casa en Lomas de Chapultepec, en el Distrito Federal. La casa de Luis Creel, primo del exprecandidato presidencial panista Santiago Creel. El “motivador” fue identificado como Luis Costa Bonino, estratega de campaña de López Obrador.
Se dice que los 6 millones de dólares solicitados, son el equivalente a tres veces el monto autorizado por el IFE como tope de campaña de los candidatos presidenciales. Surgen los cuestionamientos : ¿Para qué quiere López Obrador, tanto dinero ? y se establece la especie de que quizás sea para comprar votos o para financiar manifestaciones de protesta.
Resulta extraña la participación del pariente de Creel, que supuestamente es “de sangre azul”, lo que hace suponer que tras la candidatura de Andrés Manuel hay prominentes panistas. Que quizás de ahí vienen los rumores que advierten sobre la posibilidad de que Vázquez Mota decline su candidatura a favor de López Obrador, antes del 1 de julio.
Dirigentes y candidatos de los demás partidos políticos, han solicitado al IFE que lleve a cabo una minuciosa investigación al respecto. Sobre todo que fiscalice los gastos de campaña del tabasqueño. Hay varios nombres de los empresarios convocados al “pase de charola”. Luis Orvañanos, de Casas Geo, Elena Achar, de pinturas Comex, entre otros.
Y luego se preguntan los mexicanos : ¿por qué permiten que las empresas inmobiliarias, construyan casas tan pequeñas, defectuosas y caras ?, por citar tan sólo un rubro de los presuntos patrocinadores de la campaña de López Obrador. A esto le llaman doble moral. Por una parte, el defensor de las causas populares. Por la otra, el candidato de los ricos. Incongruente, absurdo, aberrante, pero eso es evidente.
El caso en mención, es tan solo una muestra de las sucias relaciones entre políticos y empresarios. Las complicidades que se tejen a base de dádivas y extorsiones, de financiamientos y favores. Si la gente de AMLO pide 6 millones de dólares, cuando apenas ocupa un segundo lugar en las encuestas de preferencias electorales ¿Cuánto solicitaría si ocupara el primer lugar ? Por algo dicen por ahí que cae más pronto un hablador, que un cojo.
gil_lavenants@hotmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario