Palco de Prensa: Tambores de guerra

Por Gilberto Lavenant
A raíz de que el PAN dejó de ser mayoría en la Legislatura Estatal, cambiaron las reglas del juego en las relaciones entre el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán y el Congreso del Estado. A la diputada con licencia Nancy Sánchez Arredondo, como primer Presidente de la XX Legislatura, le tocó dar la cara para exigir al jefe del ejecutivo respetar al legislativo.




Con la XIX Legislatura Estatal, el Gobernador Osuna Millán no tuvo problemas. Sus deseos eran órdenes. Todo lo que proponía, se aprobaba. Los legisladores panistas, que eran mayoría, eran sumisos y atendían hasta el mínimo deseo del Gobernador. Al ser minoría, en la XX, pues hacen lo que pueden, votan en contra de las propuestas que de alguna manera son contrarias a los intereses del Gobernador o simplemente se abstienen de votar.



Sin embargo, Osuna Millán ha hecho hasta lo imposible para someter al legislativo a sus deseos e intereses. Siendo el recaudador de los recursos públicos y el encargado de distribuirlos entre los tres poderes, conforme a los presupuestos aprobados por el legislativo, como una forma de control y sometimiento, les “cerró la llave”, y les ha dado a “cuentagotas” los recursos. Pretende, supuestamente, que le rueguen, para que les entregue lo que les corresponde para su operación. Absurdo.



Cuentan, quienes saben de esto, que mensualmente, el ejecutivo estatal les ha estado reteniendo algo así como 5 millones de pesos en cada entrega, tanto al judicial como al legislativo, lo que ha venido afectando a ambos poderes en sus operaciones, en tanto que los recursos presupuestados están debidamente etiquetados. Obligadamente tienen que ajustar sus gastos y muchas de las veces quedan conceptos sin cubrir.



Estas restricciones, hicieron crisis, a tal grado que el jueves 22 de marzo, en un hecho inusitado, el diputado panista Ricardo Magaña Mosqueda subió a tribuna para exigir al Gobernador Osuna Millán que “deje de restringir la entrega del Presupuesto 2012 al Poder Legislativo”, pues señaló que derivado de la falta de cumplimiento en este compromiso, la liquidez del Congreso del Estado se ha afectado.



Magaña aclaró entonces que : “No es ningún rompimiento con el Gobernador, pero urge que deje de estar dando a “cuentagotas” los recursos programados para nuestro presupuesto. Hemos llegado a tal grado esta semana que no se ha podido depositar la nómina, y ya en repetidas ocasiones se ha dejado de pagar a Diputados y Directivos para cubrir la nómina de los trabajadores de base”.



También dijo que hasta el momento, solo se ha demostrado la falta de seriedad por parte del gobierno del Estado para dar cumplimiento a los acuerdos políticos y de gobernabilidad, pues no se ha justificado realmente por qué se han limitado los depósitos al Poder Legislativo.



“No hay dinero –dijo- para reparar el ascensor, tampoco para comprar insumos, no queremos llegar al punto en que los servicios que se prestan en el Congreso del Estado y la funcionabilidad del Poder Legislativo llegue a peligrar por falta de recursos. Por ello, hago un exhorto al Ejecutivo para que cumpla con los acuerdos, que entregue el presupuesto que debe otorgar al Poder Legislativo, no estamos ni mendigando ni pidiendo más, simplemente estamos solicitando que entregue lo que se aprobó en el Presupuesto del presente año. O nos veremos obligados a redireccionar el presupuesto del Ejecutivo en asuntos no prioritarios que tiene este para satisfacer las necesidades del Poder Legislativo”.



Aunque tanto Osuna Milán, como el Secretario de Planeación y Finanzas, Manuel Aguilar, así como Cuauhtémoc Cardona, Secretario General de Gobierno, trataron de desmentir el requerimiento y denuncia de Magaña Mosqueda y afirmaron que se estaban entregando los recursos normalmente, lo cierto es que las cosas siguen igual.



Ayer jueves, volvieron a surgir los reclamos por el mismo tema. El diputado Juan Montejano manifestó que el Congreso del Estado no está pidiendo más dinero del que se presupuestó para el presente ejercicio fiscal. “Lo que exigimos –dijo- es que el Gobierno del Estado cumpla con la entrega de los recursos asignados de forma completa, ya que a la fecha el Ejecutivo no ha entregado 14.7 millones de pesos que deberían haber depositado para esta fecha”.



Pero no crean que los legisladores se han quedado cruzados de brazos. Muestra de ello es que el 21 de marzo “pusieron de patitas en la calle” a Arturo González Luna, quien cobraba como titular del Organo de Fiscalización Superior del Estado, conocido como Orfis, o sea el encargado de vigilar que no hubiese irregularidades en el ejercicio del gasto público, pero que al parecer solo servía de “tapadera”.



La Diputada Claudia Agatón, al dar a conocer el acuerdo de la Junta de Coordinación Política, para retirar del cargo a dicho funcionario, dijo que este incurrió en delitos graves contemplados por la Ley, como causal para su remoción, por lo que se procedió a retirarlo del cargo y designar al contador Manuel Montenegro Espinoza. La propuesta fue aprobada por 16 votos, con 5 en contra de los diputados panistas y la abstención del perredista.



Ayer la legislatura emitió un comunicado, en el sentido de que “Nunca más en Baja California, los recursos públicos serán desviados a campañas políticas”, atribuyendo tal declaración precisamente al titular de Orfis, Manuel Montenegro, luego de firmar un convenio para tales efectos con el IFE en la capital del país, con lo que prácticamente se asevera que Osuna Millán estaba desviando recursos públicos a fines electorales, pero que ahora le cuidarán las manos para que no lo haga.



El miércoles 22 de febrero, el Lic. José Julio Santibañez, acusó al Gobernador de estar realizando encuestas inducidas con fines electorales.

El propio Osuna Millán aparentó minimizar la gravedad de los hechos, pero reconoció que el cuestionario aplicado incluía la pregunta : ¿Le volvería Usted a dar su confianza al actual gobierno? Esto motivó que el PRI presentara una denuncia y que el IFE ya esté siguiendo el correspondiente procedimiento sancionador.



Esto es una muestra de que en ambos bandos, el panista en el Ejecutivo Estatal, y el priísta en la legislatura, los tambores de guerra están sonando. La batalla por la sucesión presidencial y por la sucesión de la gubernatura en el 2013, será de vida o muerte.



gil_lavenants@hotmail.com