Por Beam (sdpnoticias)
Si a alguien le incomoda que un gordo como yo hable de la gordura, pues ni modo. El hecho es que los gordos estamos aquí y no nos vamos a esconder porque a fulano o sutano le incomode, a otro le salga lo dizque "bully" o alguno más le parezca jocosa nuestra presencia. Como el necesario experto en gordura que soy, por eso, me parece de lo más ruin, mezquino y malvado que Josefina Vázquez Mota, o su equipo, o ambos hayan decidido esconder a una de sus tres hijas de la portada de la revista Quién simplemente por ser una persona enferma de obesidad.
Me imagino la conversación entre los "asesores" de Josefina, los directivos de la revista Quién (quienes de ahora en adelante están en mi lista de gente muy mierda) y la aspirante panista a la presidencia. "Hijole, Josefina, pues es que tu hija está muy gorda y nadie le gustan los gordos". "La gordita te va a restar puntos". Y los encargados de quién pensando "Qué horror, ojalá podamos convencer a Josefina de no poner a esa pinche gorda en la portada, va a hacer que nos baje la circulación".
Y esto es el meollo del asunto. Vázquez Mota, la ex vendedora de cosméticos, en su ansia desmedida de poder, no le importó sacrificar la dignidad y la autoestima de su hija, de por si baja por el "pecado" de "ser gorda" en aras de adjudicarse unos cuantos votos y simpatías más.
Eso es el PAN en pleno 2012. Un partido hundido en la mierda al cual únicamente le importa el "guardar las apariencias"... sin que importe en absoluto el bienestar de los demás. Ni siquiera el de los hijos.
Sinceramente, espero que la "hija incómoda" de Josefina no haya aparecido en Quién por decisión personal y no por que su existencia "daña" las aspiraciones políticas de su madre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario