viernes, 3 de febrero de 2012

The Economist recomienda entrada de Carlos Slim a Televisión

MEXICO.- Para destrabar la competencia, la entrada de empresas Carlos Slim a la televisión abierta y restringida podría ser clave, señala la influyente revista inglesa The Economist. El caso de Carlos Slim se divide en dos temas: el primero el monopolio en telecomunicaciones, recientemente destacado en el informe de la OCDE y otro es el acceso a los medios masivos de comunicación, abiertos o restringidos.


Expertos consideran que para hacer un contrapeso en el sector mediático, es necesario el ingreso de las empresas de Carlos Slim en televisión restringida y abierta, medios en los que sólo han dominado Televisa y TvAzteca durante años.

Publicado en su versión en línea, la influyente revista The Economist define como “clave” la entrada a los medios masivos de comunicación de las empresas del hombre más rico del mundo.

Monopolio de telecomunicaciones vs duopolio televisivo

Mientras Teléfonos de México acapara 80% de las líneas fijas en México y 75% de las conexiones de banda ancha Telcel tiene una participación de mercado de 70%, Televisa acaparan 70% de los usuarios de televisión abierta.

Además, la empresa de Emilio Azcárraga tiene una participación del 45% de la televisión por cable y 60% de la satelital, a través de sus filiales Cablevisión, Cablemás, Sky, Productora y Comercializadora de Televisión (PCTV) y una participación en Cablevisión Monterrey.

La Opinión de The Economist

Para la revista británica, a pesar del poderío económico y legal de América Móvil, no ha habido cambios en su título de concesión para ofrecer televisión restringida, pues las autoridades, así como los partidos son reacios a tomar acciones que podrían enfurecer a Televisa antes de las elecciones de julio del 2012.

Considera que si la Secretaria de Comunicaciones y Transportes otorgara a Telmex la concesión para televisión, la firma se podría ver obstaculizada por la falta de contenido porque ni Televisión Azteca ni Televisa estarían dispuestos a licenciar o vender su programación a otros medios, y no hay una ley que los obligue a hacerlo.

The Economist concluyó que precios bajos no serán suficientes para convencer a los televidentes, que tampoco se conformarían con telenovelas importadas de Argentina. A su juicio sería necesario crear programación atractiva y competir, beneficiando a los sectores tanto de televisión como telecomunicaciones.

Con información de Reforma

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