viernes, 2 de diciembre de 2011

Palco de Prensa: El dirigente incómodo

Por Gilberto Lavenant
La suerte del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, ya está decidida. Es cuestión de días, o quizás de horas, para que se retire de la Presidencia del CEN del PRI, pues muchos opinan que en las condiciones que enfrenta, a raíz del escándalo financiero del gobierno de Coahuila, le hace más daño que bien, no solo al partido tricolor, sino también al precandidato presidencial, Enrique Peña Nieto.




Y es que no es para menos, Moreira se ha convertido en un dirigente incómodo, sumamente desgastado, pues no puede predicar con el ejemplo, en tanto que la forma tan sucia en que se obtuvieron créditos millonarios en su administración, le ha restado calidad moral para hacer señalamientos en contra de los rivales políticos.



Eso de elevar los adeudos del gobierno de Coahuila de 184 millones de pesos, a 35 mil 457 millones, es una exageración. Pero además de eso, el utilizar documentos falsos, para obtener los créditos, son palabras mayores. Huele a corrupción, de la grande.



A donde quiera que se pare Moreira, los periodistas no le preguntan sobre las perspectivas del priísmo, sino sobre las cochinadas financieras de su administración. Para colmo de los colmos, la Auditoria Superior del gobierno del Estado de Coahuila, declaró mantener bajo reserva, hasta el 2019, toda la información relacionada con el llamado moreirazo.



Olvidan, quienes decretaron “blindar la información” del escándalo financiero, que el sol no se tapa con un dedo y que hasta los muertos apestan, aunque les pongan encima una pesada loza de concreto. Evidentemente el gobierno estatal no tiene ninguna intención de indagar, aunque ya dió la apariencia de que sí, al llevar a la cárcel a colaboradores menores de Moreira, pero más que para castigar responsables, para encubrir al exgobernador.



En este caso, en el que resulta más que obvio que se cometieron diversos ilícitos, apareciendo como principal responsable precisamente Humberto Moreira, como jefe del ejecutivo estatal, en cualquier momento se convertirá en un escándalo de proporciones mayúsculas, cuando se declaren procedentes las denuncias que al respecto presentó la Secretaria de Hacienda y sean turnadas por la PGR ante juez penal federal competente, con pedimento de orden de aprehensión en contra del exgobernador coahuilense..



Tratando de deslindarse del escándalo, ayer jueves, precisamente en Coahuila, el cuasicandidato presidencial, Enrique Peña Nieto, manifestó que en los próximos días se tendrá que ponderar la posibilidad del retiro de Moreira, de la dirigencia nacional priísta. Reconoció que durante su estancia, el PRI ha logrado buenos resultados, pero que el problema financiero le ha ocasionado un severo desgaste.



Y aunque establece que el retiro, será por decisión del propio Moreira, lo cierto es que sería un severo impacto el que durante la campaña presidencial el dirigente priísta fuese recluído en prisión, pues cabe advertir que está demostrado que el gobierno calderonista suele utilizar la procuración de justicia con fines políticos. El michoacanazo y la ilegal detención del empresario priísta, Jorge Hank Rhon, son dos ejemplos de ello.



Tampoco se puede ignorar, que la dirigencia de Moreira también se desgastó por otros factores. Es jacarandoso, impulsivo e irreflexivo. Muchos priístas han estado pidiendo su cabeza, por la poca sanidad en las negociaciones de las alianzas con el Partido Verde Ecologista del “niño verde” y el Panal de la Maestra Elba Esther Gordillo e incluso la “rasurada” que le dió a la convocatoria priísta, que Beltrones consideró que llevaba dedicatoria para él, al grado que optó por retirarse de la contienda.



El Senador Francisco Labastida Ochoa comentó las inconformidades generadas al interior del PRI, por las acciones de Moreira. La exdirigente nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho opinó que dadas las circunstancias que rodean el problema de la deuda de Coahuila y su intervención como Gobernador, Moreira debe hacerse a un lado.



Se suman a estas inconformidades los priístas que fueron sacrificados, para regalarle posiciones a los recomendados del Partido Verde y los del Panal. Son muchos los que sienten que Moreira ya no puede estar al frente del PRI. Dirigente que no dirige, sobre tdo porque no lo respetan, no puede ostentar dicho cargo.



Muchos consideran absurdo haber establecido alianzas con el PVEM y Panal, con la ventaja que tiene Peña Nieto en las preferencias electorales. La negociación fue respecto a 126 de los 300 distritos electorales federales, de los cuales 72 fueron para el PRI, 30 para el Partido Verde y 24 para el Panal.



De 64 posiciones en el Senado, se negociaron solamente 20 en 10 Estados, de las cuales 11 corresponderán al PRI, 5 al PVEM y 4 al Panal. Se dá como un hecho, que los priístas desplazados no apoyarán a los candidatos coaligados, o incluso, se corre el riesgo de que busquen ser postulados por partidos opositores.



Mientras tanto, Moreira sigue siendo el “blanco” predilecto de los candidatos presidenciales de los partidos opositores. Hasta Cordero, dice que Moreira debe rendir cuentas sobre la deuda de Coahuila. Tratando de distraer al enemigo, el dirigente del PRI argumenta que ni él, ni Cordero, siendo titular de la Secretaria de Hacienda, falsificaron documentos para endeudar a Coahuila.



Lo cierto es que, aunque no lo digan abiertamente, la suerte de Moreira, el dirigente incómodo del PRI, ya está decidida. Es evidente que en los próximos días presentará su renuncia, para hacer frente a las acusaciones.



Deberá seguir el ejemplo de Manlio Fabio Beltrones, renunciar a la dirigencia nacional priísta, para serle útil al PRI, antes que causarle daño. Sobre todo, para no dañar la imagen del precandidato Peña Nieto. Hay quienes desde un reclusorio dirigen negocios turbios. La política, por turbia que pueda parecer, no se puede manejar desde una celda. Sin duda alguna.

gil_lavenants@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario