CIUDAD DE MEXICO.- No hay movilización social verdadera sin una previa educación y concientización de las masas, por ello, las revoluciones que recientemente ha experimentado Medio Oriente no pueden explicarse sólo como movimientos espontáneos y netamente populares, sino como una orquestación de Estados Unidos que busca el control de las materias primas de la región, así lo señaló en conferencia magistral, Aquiles Córdova Morán, dirigente de Antorcha Campesina. Aquiles Córdova Morán, dirigente nacional del Movimiento Antorchista explicó así las revueltas que desde Túnez, Egipto, Libia y Siria, se han presentado por los medios de comunicación como luchas por la libertad y la democracia, pero que en el fondo “se trata de un plan político y social que busca derrocar gobiernos incómodos a los intereses capitalistas de Estados Unidos”.
“Ante su escasez de materias primas, como petróleo y cobre, Estados Unidos lanzó una estrategia política utilizando a su favor el descontento social que existe ante la pobreza, el desempleo y la enorme injusticia social que tienen los países de la región”, sentenció en un discurso ante cientos de personas.
En el marco del VI Concurso Nacional de Declamación, cada año los antorchistas de la región centro, se reúnen para escuchar una conferencia cultural ofrecida por el Ingeniero Córdova Morán y que en esta ocasión trató el tema de “Los conflictos de Medio Oriente: Lecciones para México”.
Sobre esto último refirió que en nuestro país urge una verdadera y plena educación de los sectores más pobres, para que algún día puedan organizarse y saber exactamente para qué se lucha, estar a favor de los menos favorecidos y no servir a los intereses de los más poderosos, como sucede en el norte de África. Las naciones “tienen derecho a defender su causa como justa, pero no a que sea utilizada por otros”, sentenció.
Entre consignas y arengas, más de mil de antorchistas, entre ellos catedráticos, estudiantado y colonos, provenientes de diversos estados del centro del país, escucharon del ponente las causas que llevaron a las revoluciones de Medio Oriente, y las críticas sobre la manipulación mediática del hecho.
Las economías de mercado, explicó, están en el fondo del asunto: la excesiva producción y la explotación desmedida de los obreros, la urgente necesidad de materias primas para producir, y las crisis ante la escasez de estas. Esto, sumado al descontento de la población ante la desigualdad en la repartición de la riqueza y su consecuente pobreza extrema, fue el caldo de cultivo ideal para estas ‘revoluciones’.
Paradojas de la historia: “Primero apoyan y forman a esos gobernantes, y ahora que ya no les son útiles, o les estorban, se deshacen de ellos mediante la simulación de un movimiento social”.
Al final, reflexionó, lo que parece delinearse es la búsqueda de un imperio único, sin trabas políticas ni sociales que impidan el desarrollo de un sistema capitalista que sólo favorece a unos cuantos; y para ello utilizan también armas ideológicas. “La guerra no sólo es en contra de las dictaduras, sino en contra del Islam”.
En cuanto a México, refirió que nuestro país se ha desnacionalizado, “no se defiende la patria, y no toma conciencia de su condición de pobreza, marginación y falta de vivienda”, por ello urge alejarse de la televisión, acercarse a los libros y a las Bellas Artes.
Con esa base, con un colectivo educado, el poder podrá caer en manos del pueblo y vigilar una explotación racional de los hombres y de la naturaleza, con justicia para todos; de lo contrario, con personas ignorantes, permitiremos que el gobierno mundial quede en manos de rapaces y asesinos, de Estados Unidos.
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