Por Gilberto Lavenánt
No cabe duda que las fábulas, son maravillosas. Se trata de breves composiciones literarias, en las que los personajes casi siempre son animales u objetos, que se presentan con características humanas, mediante las cuales se presentan historias o narraciones, de hechos reales o imaginarios, que concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter instructivo.
La de “Mouseland”, que puede ser llamada “Ratolandia” o “Tierra de ratones”, de Clément Thomas “Tommy” Douglas, un escocés convertido en uno de los más prominentes políticos canadienses, socialdemócrata, fallecido en 1986, es extraordinaria, y aún cuando se refiere a los políticos canadienses, pareciera que retrata la política mexicana actual.
En youtube se puede localizar el video relativo a la presentación de “Tommy” de la fábula de “Mouseland”, ante un gran auditorio que le aplaudió a rabiar, cada una de sus expresiones. Amigos del columnista le hicieron llegar el video, cuyos subtítulos, en español, sirven de base para hacer referencia a la misma. Debido al espacio, se resúme.
Tommy explica que Moseland era un lugar, en donde todos los ratoncitos vivían y jugaban. Donde nacían y morían, “…de la misma manera que tú y yo lo hacemos”.
Estos ratoncitos “…tenían un Parlamento y cada cuatro años tenían una elección. Caminaban rumbo a las urnas y votaban. Algunos incluso obtenían un aventón a las casillas. Un aventón que recibían cada cuatro años, para decir verdad. Tal como tú y yo.”
“Y cada día de elecciones todos los ratoncitos acostumbraban ir a las urnas y elegían un gobierno. Un gobierno formado por enormes y gordos gatos negros. Ahora, si piensan que es extraño que ratones elijan un gobierno de gatos, solo mira la historia de Canadá por los últimos 90 años y verás que ellos no son más estúpidos que nosotros”. Y aclara “…No estoy diciendo nada en contra de los gatos”.
Luego explica la forma en que gobernaban los gatos negros, haciendo leyes buenas solo para ellos, lo que llevó a los ratoncitos a votar por un gobierno de gatos blancos, que les propusieron una campaña genial, bajo el supuesto de que lo que necesitaban era era más visión, pero les resultó peor a los ratoncitos, pues eran más voraces.
Esto les llevó a votar nuevamente por los gatos negros, y luego otra vez por los blancos, y de ahí otra vez a los negros. “…Incluso trataron con gatos mitad blancos-mitad negros. Y lo llamaron coalición”, dice.
“…Incluso intentaron un gobierno hecho de gatos con manchas. Eran gatos que intentaban sonar como ratones, pero comían como gatos”, sige diciendo y entonces advierte que “…el problema no estaba en el color de los gatos. El problema estaba en que eran GATOS. Y porque eran gatos, ellos naturalmente veían por intereses de gatos y no de ratones”.
“…Finalmente, llegó desde lejos un ratoncito, quien tuvo una idea. El les dijo a los otros ratones : “Miren, compañeros ¿Por qué seguimos eligiendo un gobierno hecho por gatos ? ¿Por qué no elegimos un gobierno hecho por ratones ?”
Y la propuesta preocupó a los gatos que exclamaron : “!Ohh…!, “es un COMUNISTA” y lo pusieron en la cárcel”.
El político conluye diciendo : “…quiero recordarles, que pueden encerrar a un ratón o un hombre, pero no pueden encerrar a una idea”.
Canadá está lejos de México, a ambos países los separa Estados Unidos de Norteamerica, pero de acuerdo a la fábula “Mouseland”, de Tommy Douglas, los políticos canadienses y los mexicanos, son harto parecidos. Como lo son los electores.
A partir de que surge la alternancia, al votar por el panista Vicente Fox, y luego por Andrés Manuel López Obrador, pero que Calderón le escamoteó el triunfo, decepcionados los electores parece que ahora se preparan para votar por el priísta Peña Nieto, para Presidente de la República, sin que nadie les pueda asegurar que será para bien, o para mal.
Algunos proponen que como en el caso de “Mouseland”, voten por “gatos” mitad negros-mitad blancos, llamados aliancistas.
Pero como dice Tommy en su fábula, el problema no es el color de los gatos, perdón, de los políticos, sino que son gatos, otra vez perdón, que son políticos y estos se han convertido en la peor calamidad de la humanidad. Siempre están pensando en como causar daño a los seres humanos, cómo esquilmarlos, cómo explotarlos, cómo someterlos.
Quizás ya sea tiempo de hacer valer lo que establece el Artículo 39 de la Constitución General de la República Mexicana, en el sentido de que : “…La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Quizás ya sea tiempo.
Los mexicanos tienen que reconocer que como los “gatos” de Mouseland, siempre serían gatos y gobernarían tan solo a favor de ellos, los políticos mexicanos siempre serán políticos y, como tales, solo velan y velarán siempre por sus intereses personales.
Quizás ya sea tiempo de agarrar a los “gatos” por la cola y “jondearlos”…muy lejos.
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