lunes, 21 de marzo de 2011

La caída de una familia al servicio del Cártel de Sinaloa

ENSENADA.- Operaba con imponderables alcances, marcada lealtad en cada uno de sus integrantes, nulo criterio por advertir el daño a toda una sociedad, escrúpulos extintos para ver el mal en sus propios miembros, una familia encargada de controlar la venta de enervantes y servir al Cártel de Sinaloa.
Buscaron asentarse en una ciudad apacible, y en su desventurado desafío a las fuerzas de seguridad y a la sociedad misma ofrecían la droga en calles, en bares y otros puntos específicos.



Su líder, de aspecto duro, sin circunspecciones, con estampado porte de quien se caracteriza por los antivalores, cumplía con las expectativas de los “jefes”, su nombre: Marcial Moran Blanco.



Envueltos en una manta de agravios y corrupción, una familia completa, que incluía a la jefa de familia, Claudia Elena Matus Baro, intentaba alzar el vuelo entre la bondadosa brisa del mar que cubre la hermosa y placentera ciudad de Ensenada.



Uno de los hijos de esta mujer de nombre Cristian Marcial Moran Matus, se caracterizaba por ser el supuesto brazo armado del grupo delictivo, mientras que una de las hijas identificada como Claudia Moran Matus y un familiar llamado Víctor Sanabia González, se encargaba del trasiego de drogas.



Cabe destacar que una de las acciones que sorprendieron fue que la jefa de familia aprobara y motivara a sus hijos a cometer este tipo de actos delictivos, es decir, más allá de fomentar valores, estudio y trabajo honrado, se estaba creando toda un estructura criminal organizada.



No obstante, su intento por crecer y expandirse en forma vertiginosa se vio frustrado por una valiente denuncia y una efectiva actuación de la Policía Estatal Preventiva, donde el 26 de febrero del presente año se logró detener a varios integrantes de esa célula criminal en franco crecimiento.



Es por ello que en la rápida intervención de los elementos estatales se pudo asegurar a la mayoría de los miembros de una familia vinculada al cártel de Sinaloa, no hubo tiempo para el escape, para el escondite, y hoy dos miembros más de la misma familia se encuentran libres y son buscados.



En esa ocasión se desplegaron operativos en Ensenada y en Playas de Rosarito, en total se logró decomisar:



· 20 kilos de marihuana



· 290 gramos de heroína



· 39 gramos de ‘’ice’’



· 1 arma de fuego calibre 7.62 x 39 , de los conocidos como ‘’cuerno de chivo’’, con 30 cartuchos útiles



· 1 arma calibre .22, con 85 cartuchos útiles



· 1 arma calibre 9 milímetros, con 14 cartuchos útiles



· 1 silenciador



· 1 mil 300 pesos



· 4 mil 232 dólares







El operativo policíaco que puso fin a los actos delictivos de esta familia comenzó tras la atención de una denuncia anónima al número 089, en la cual se ponía al descubierto las acciones que realizaban y fueron asegurados por los elementos de la PEP en la colonia Maestros en Ensenada.



Como parte de las investigaciones, en esa ocasión los agentes se trasladaron a Playas de Rosarito en donde detuvieron a otros integrantes de esta familia ligada al cártel liderado por Joaquín ‘’El Chapo’’ Guzmán Loera e Ismael ‘’ El Mayo’’ Zambada García.



En esa ocasión se logró capturar a 13 personas entre familiares y cómplices, quienes al sentirse descubiertos confesaron las acciones de venta y distribución de droga en diversas zonas de Ensenada y Playas de Rosarito, asimismo, el líder del grupo Marcial Moran Blanco, dijo ser compadre de Héctor Eduardo Guajardo Hernández, alias ‘’El Guicho’’, apocado delincuente y presunto encargado de la distribución de droga en Playas de Rosarito y Tijuana para el Cártel de Sinaloa.



Ya anteriormente se había logrado detener cuatro personas más, que de acuerdo a resultados arrojados por las labores de inteligencia de la PEP son parte de la misma estructura delictiva, es decir, se contaban con células que ya empezaban a tejer la red de distribución de drogas al menudeo.



No obstante la relevancia de la detención, para la Policía Estatal Preventiva no hay tolerancia para lo ilegal, es por ello que en Baja California toda denuncia ciudadana se atiende, se investiga y si hay elementos, se ejecuta, los resultados, tan solo en este caso están a la vista, el mensaje es claro: se seguirá actuando en contra de quien o quienes intenten ser actores pusilánimes al margen de la ley.



Estas acciones reflejan la efectividad de las áreas operativas, de investigación y análisis de la PEP, las cuales se vendrán a reforzar con el nuevo y vanguardista esquema de Policía Estatal Acreditable que en poco tiempo se aplicará en la entidad.

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