COLUMNA: Expediente Político

* La procuración de justicia, solo para los amigos
Por Alfredo Calva
Para el presidente de la Republica, Felipe Calderón y su Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, la procuración de justicia, es solo para los ¨amigos¨ y compañeros de partido. Si no lo creen, volteen a ver a Diego Fernández de Ceballos, personaje emblemático del panismo actual, quien tras su liberación el pasado 20 de los corrientes, genero en los funcionarios más importantes del poder ejecutivo, así como sus congéneres albicelestes, una navidad adelantada.

Lo anterior, causa escozor en el resto de los mexicanos, quienes se encuentran encabronados por la indiferencia, indolencia, en pocas palabras, por el valemadrismo y cinismo mostrado y demostrado por ambos funcionarios ante tragedias como el asesinato de la señora, Maricela Escobedo, enfrente del palacio de gobierno de Chihuahua, o el desastre ocurrido en San Martin Texmelucan, en Puebla, donde fallecieron 29 personas y 54 se encuentran hospitalizadas.

Las manifestaciones y algarabía realizadas por el presidente Calderón y el titular de la Segob, al conocer de la ¨liberación¨ del famoso ¨jefe ardilla¨, fue la de los parientes que se regocijan al ver de nuevo al ser querido que había sido ¨secuestrado¨, sin embargo, con referencia al crimen de la señora Maricela, o de la tragedia en San Martin Texmelucan, fue un lacónico ¨¨lamento profundamente lo ocurrido¨.

En este sentido, quien peor se ha mostrado ante la sociedad mexicana, es el residente de Bucareli, Francisco Blake, quien el pasado 15 del presente en una conferencia de prensa, el ¨negro¨ como le dicen sus amigos, exhortaba a la población a no ceder ante el temor, a ser valientes y denunciar a los criminales, se participativo y coadyuvante con el gobierno para combatir a los delincuentes. Cuatro horas después, asesinaban a Maricela en Chihuahua, por denunciar al asesino de su hija, y que jueces corruptos dejaron en libertad.

El país se encuentra convulso, los ciudadanos viven atemorizados, no existe región en México que no sufra del embate de la delincuencia organizada, los secuestros, asesinatos y enfrentamientos, en menor o mayor grado, son el pan de cada día, la autoridad se encuentra rebasada, la teoría de estado fallido es correcta, la coordinación para el combate a la inseguridad es un mito, las fuerzas castrenses no confían en los civiles, por su amasiato con las bandas criminales, las depuraciones en las policías de los tres niveles de gobierno, en las procuradurías y en los poderes judiciales, son una impostura, en pocas palabras, los gobiernos, son un fiasco.

Con este panorama, resulta cínico que el presidente Calderon, su Secretario de Gobernación y el resto de los gobernantes, pidan a los ciudadanos, tengan valor para denunciar a los delincuentes y coadyuven en el combate al crimen organizado.

Cinismo puro.