COLUMNA: Palco de Prensa

* Posturas y descalificaciones
Por Gilberto Lavenánt
El asunto de las restricciones sobre el manejo de los dólares, está evidenciando a los políticos panistas, quienes definitivamente han asumido la postura de adherirse a favor de las absurdas restricciones calderonista, tratando de justificarlas, y pretenden respaldarlas, a base de descalificar a quienes las combatan.

El problema es real. No se requiere ser muy inteligente, para entender que las medidas restrictivas son absurdas e injustificables. Solamente los panistas se niegan a reconocerlo públicamente, aunque en privado, en voz baja, las critican, igual que lo hace todo mundo.

El Gobernador, los Alcaldes, los funcionarios estatales y municipales, los funcionarios federales, los legisladores panistas, estatales y federales, a capa y espada, por cuestiones de intereses partidistas, defienden lo indefendible y descubren las “bondades” de tan nefastas medidas. Solo ellos.

Se están jugando su futuro político, en momentos en que las condiciones nacionales no les favorecen. Apenas en el segundo sexenio al frente de la Presidencia de la República, los reveses electorales les han indicado que el sistema panista es repudiado por los mexicanos, precisamente por insensibles, corruptos, frívolos, apartados de los intereses de los mexicanos.

Faltan solamente dos años para las elecciones presidenciales. Contra lo que pudiera recomendarse, los panistas, encabezados por Felipe Calderón, con sus necedades, están cavando su propia tumba política.

El asunto de las restricciones en el manejo de los dólares, les costará muy caro a los panistas. Está provocando la unidad de la mayoría de los mexicanos, sin distinción de siglas partidistas, en contra de tales medidas y por lo tanto en contra de Felipe Calderón.

Y eso duele, molesta e incomoda a muchos panistas. Porque saben perfectamente cuales serán las consecuencias de todo esto. Saben que en los comicios del 2011, y sobre todo en las elecciones federales del 2012, no van a tener cara para acudir a los electores en busca de votos, sin poder justificar el haberles dado la espalda cuando requerían de su apoyo para eliminar acciones tan nocivas como las restircciones de los dólares.

También les duele, molesta e incomoda, que políticos de otros partidos, acudan en auxilio de los afectados, que presionen en busca de soluciones, porque saben que tales posturas son contrarias a los intereses blanquiazules y sobre todo contrarias a Felipe Calderón y además, sin duda alguna, les redituará votos en los comicios.

El tema se presta para manejarlo como bandera política antipanista. Ni necesidad hay de exagerar o especular. Las condiciones, por lo absurdo e injustificable de las medidas, permiten enderezar criticas y adoptar posturas valientes, sin peligro de correr riesgos políticos, sino por el contrario, a sabiendas de que quien las ataque, será merecedor de reconocimientos. Salvo los panistas, que eluden el tema o absurdamente lo avalan.

Esto se vió en el evento organizado por la Asociación de Periodistas de Tijuana que preside Miguel Angel Torres, y en la que el Presidente de la Asociación de Banqueros de México, Luis Robles Miaja, habló de las “virtudes” de estas acciones.

Ahí presente, el Alcalde electo de Tijuana, Carlos Bustamante Anchondo, se llevó la tarde, cuando lo menos que le dijo al dirigente de los banqueros, es que ellos y el gobierno federal son ignorantes, desconocedores de la economía fronteriza dolarizada y de las consecuencias de todo esto.

Si hubiera sido torero, Bustamante hubiera sido aplaudido por el respetable y habría dado la vuelta al redondel en hombros, además de que le habrían concedido rabo y oreja.

A los que les toca la peor parte en esto, políticamente hablando, es a los panistas. Por agachones, por sumisos, por faltos de criterio propio, por alineados. Hace años, como oposición, eran valientes, arriesgados, intolerantes. Hoy, como afines al gobierno, son cobardes, traicioneros, mentirosos, serviles. El único recurso que tienen a su disposición, son las descalificaciones. Olvidan que, quien escupe al cielo, termina con el rostro hecho un asco.

gil_lavenant@hotmail.com