* Las incongruencias
Por Gilberto Lavenánt
En días pasados, mientras comerciantes organizados hacian reconocimiento especial al Secretario de Seguridad Pública de Tijuana, Julián Leyzaola, ese mismo día, en conferencia de prensa, el Lic. Heriberto García García, Procurador de los Derechos Humanos, daba a conocer la recomendación hecha al Alcalde Jorge Ramos Hernández, para que retire del cargo al jefe policiaco, por actos de tortura y violación a los derechos humanos.
Mientras en Tijuana, grupos de expolicias, y particulares, al recuperar su libertad, por falta de pruebas en su contra, luego de ser acusados de estar involucrados con el crimen organizado, y otros más señalados como “matapolicias”, denuncian a Leyzaola por haberlos torturado durante su detención ilegal, en tanto que en la capital del país, el Alcalde Jorge Ramos, presume tener la mejor policía de México y lo ponen de ejemplo nacional en la materia.
Esto es como las dos caras de la luna. Una brillante, lucidora, en apariencia, y otra oscura, formada a base de actos inhumanos, tortuosos. Solo que las cosas caen por su propio peso.
Los expolicias, recorren oficinas públicas reclamando su reinstalación y el pago de salarios caídos. De paso aprovechan para lanzar pestes contra su antiguo jefe policiaco, que insiste en perpetuarse en el poder, vendiendo la idea de que gracias a él, los tijuanenses viven en paz. Que gracias a él ya no hay crímenes de alto impacto. Seguro que apagó la televisión y el radio, no sabe manejar el internet y dejó de leer periódicos. Por eso, el controvertido Leyzaola, no se percata de los numerosos asesinatos que continuan registrándose diariamente y con mayor incidencia los llamados crímenes de bajo impacto, como lo son asaltos a mano armada, robos de vehículos y demás.
Se dice en la capital del pais, que la de Tijuana es la policía más confiable. Y hay quienes lo creen. Efectivamente, todos los tijuanenses, o al menos la gran mayoría, saben y les consta que si sufren un incidente delictivo, o sea si son víctimas de algún malandro, chico o grande, pueden tener la confianza de que ningún elemento policiaco acudirá en su auxilio. A ese tipo de confianza, que en realidad es la certeza de la ineficiencia policiaca, es quizás a lo que se refieren allá en la Ciudad de México.
Irónicamente, las agrupaciones de profesionistas no se percatan de de los abusos e ineficiencias policiacas, pues no dicen nada al respecto. Bueno, no todos. El autor de Palco de Prensa, recibió un detallado análisis de la Abogada Elizabeth Martínez Padilla, Presidente de la Barra de Abogadas “Maria Sandoval de Franco”, sobre las múltiples irregularidades cometidas en la reciente detención de más de 60 policías en esta frontera y respecto de lo cual habremos de comentar ampliamente en los próximos días.
También se tiene el absurdo caso de los directivos de la Asociación de la Industria Maquiladora y de Exportación, que esta semana se sumó al reconocimiento nacional hecho por el Presidente Felipe Calderón a la policía Municipal de Tijuana.
Como que todos ellos no viven en Tijuana, o bien, están rodeados de custodios, que ni se percatan de los abusos e ineficiencias policiacas. Quizás ni siquiera se han enterado de la recomendación de la Procuraduría de Derechos Humanos, en la que se señala a Leyzaola de actos de tortura y que el Alcalde Ramos Hernández no solamente desdeñó, sino que incluso atribuyó a intereses politicos, la autoría de la misma.
Si el Gobernador José Guadalupe Osuna Millán, entiende la gravedad de todo esto, habrá acciones legales contra Leyzaola, que lo llevarán a la cárcel. La recomendación que Ramos Hernádez subestimó, ya fue remitida a la Procuraduría General de Justicia del Estado, para que se realicen las indagatorias correspondientes y se proceda penalmente en contra del citado jefe policiaco.
No se puede justificar, de ninguna manera, la práctica de métodos violentos e inhumanos, para arrancar confesiones, cuando se carece de pruebas suficientes para detener y procesar a alguien, ni mucho menos para inventar acusaciones infundadas, basadas en simples sospechas. Alguien tiene que quitar la venda de los ojos a quienes curiosamente no ven los excesos y aberraciones de Leyzaola e insisten en tratar de beatificarlo. Si la de Tijuana, es la major policía de México, imaginen cómo ha de ser la del resto del país.
gil_lavenant@hotmail.com
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