COLUMNA: Palco de Prensa

* Las cartas de Aponte Polito
Por Gilberto Lavenánt
El General retirado, Sergio Aponte Polito, ha dado serios dolores de cabeza a muchos funcionarios públicos de las entidades en las que prestó sus servicios, como parte del Ejército Mexicano, en la lucha contra el narcotráfico. En especial en Baja California.

Se le reconoce su valor, no solo en la lucha contra el crímen organizado, sino al denunciar a funcionarios corruptos, ineptos, ineficientes, solapadores e involucrados con criminales. Sin importar el peso político de los mismos. Aunque los aludidos simplemente se han tapado los ojos y los oídos, para no ver, ni escuchar los señalamientos que el militar les ha hecho. Incluso, muchos de los señalados por Aponte Polito, sospechosamente, continúan en funciones. En especial en Baja California.

Esto lo ha realizado a través de cartas que ha hecho públicas, a través de los medios de difusión y en las que ha dado “pelos y señales”, de las actividades ilícitas de los funcionarios encargados de la procuración de justicia, como los de Baja California.

Señalamientos que en lugar de ser atendidos, escuchados e investigados, sea para aclararlos o para proceder penalmente en contra de los señalados, provocó un complot para tratar de desacreditarlo y finalmente lograron retirarlo de Baja California. Y ahora pretenden que se les crea que son serias y valientes las acciones contra el crimen organizado, como la detención de 62 polícias, en días pasados. No es posible creer, a quien carece de autoridad moral, aunque ostente la autoridad legal.

Pero Aponte Polito, ha vuelto. No precisamente a trabajar en lo que hace y sabe hacer bastante bien : el combate en contra de los criminales y políticos corruptos. Ha regresado, a hacer públicas nuevas cartas, una de las cuales dedica al ahora flamante Secretario de Gobernación, Lic. Francisco Blake Mora, para aclarar que lo dicho por el Presidente Calderón, respecto a su ahora colaborador, al darle posesión del cargo, fueron solo mentiras. También más reciente, publicó otra más, en la que vierte sus sospechas sobre Jesús Quiñonez, representante de Enlace de la PGJE con las autoridades norteamericanas, detenido en San Diego, y el Procuraor Rommel Moreno Manjarrez.

Una de estas cartas, cuyo texto fue difundido ampliamente en muchos de los periódicos digitales de la República Mexicana, el viernes 30 de Julio del 2010, es relativa a las “virtudes” del ahora Secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora. Según lo que cuenta Aponte Polito, Blake Mora no es lo que dijo su amigo Felipe Calderón al darle posesión. Sino todo lo contrario. Se nota que el militar “no tiene pelos en la lengua”.
A fin de justificar su designación, pese a ser un completo desconocido, Calderón pintó a Blake como “robocop”, como “supermán” en persona, como el hombre que bajo el papel de Secretario General de Gobierno de Baja California, había logrado enormes cosas en la lucha contra el crimen organizado. Ahora, Aponte Polito, dice que eso no es cierto, sino todo lo contrario.
Aponte Polito, dice que Blake Mora propició la impunidad de los delincuentes y de funcionarios estatales afines o al servicio del crimen organizado. “…El Licenciado Blake Mora –dice el militar-, durante el tiempo que lo traté como secretario de gobierno del Estado de Baja California, no se distinguió por ser un funcionario comprometido para enfrentar con decisión a la delincuencia organizada y bajar los índices de inseguridad, sino, al contrario, se dedicó a apoyar a los titulares de la Procuraduría General de Justicia y Secretaría de Seguridad Pública de B.C., quienes durante el tiempo que estuve en el cargo de la Comandancia de la II Región Militar noté que su desempeño fue deficiente y, sobre todo, protegieron el ambiente de corrupción e impunidad, que habían heredado del gobierno anterior, motivos por los cuales el procurador no era invitado a los eventos cívicos que se organizaban en las instalaciones militares”.
E insiste sobre la sospechosa conducta de Blake Mora, observando que “…en varias reuniones con diversas autoridades, se enteró de las irregularidades o delitos que cometían agentes del ministerio público, policías ministeriales, agentes federales de investigación (A.F.I.), policías federales y policías municipales, al incurrir en secuestros, extorsiones y la desaparición de pruebas para evitar el esclarecimiento de un delito, así como protección a narcotraficantes; por lo tanto, el Señor Licenciado Blake no demostró participación activa para enfrentar esos ilícitos”.
Del ahora Secretario de Gobernación, dice muchas otras cosas. Que en la lucha contra el narcotráfico, no tuvo una participación activa. Que tampoco fue por su iniciativa la coordinación de las autoridades en el combate contra el crimen organizado. Que incluso “abogó” por funcionarios estatales involucrados en actividades ilícitas.
Por si fuese poco, Aponte Polito dice que Blake Mora, participó en la intriga para sacarlo a él de Baja California, para que dejara la Comandancia de la II Región Militar, y advierte que esto fue negado siempre por las autoridades ante los medios de comunicación, “incurriendo en la mentira y en la demagogia, con lo cual, sumado a otras deficiencias, provocaron la pérdida de las elecciones”.
Ni modo, palabra de militar, palabra de honor. Si lo dicho por Aponte Polito en sus cartas, es cierto –y lo es, en tanto no se pruebe lo contrario- Baja California vive no solamente bajo condiciones de Narco Estado, sino bajo un sistema corrupto e ineficiente, aliado de los criminales. ¿Cómo entonces creer, que la aprehensión de los 62 policías, es realmente ejemplo de seriedad en el combate contra el crimen organizado?
Para desgracia de todos los involucrados o referidos en “Las Cartas de Aponte Polito”, que ya son dignas de formar parte de un libro sobre la delincuencia y la corrupción pública, los textos de las mismas se encuentran en el ciberespacio, a disposición del mundo entero. Como lo dice el propio militar, en una de sus ya famosas cartas, simplemente anoten su nombre en un servidor de internet, y las tendrán a la mano, para su conocimiento y análisis. A las autoridades no les han servido de nada, más que para incomodarlas. Después de todo, bien dicen que “la verdad no peca, pero incomoda”.
gil_Lavenant@hotmail.com