COSTA RICA.- Laura Chinchilla Miranda se convertirá el sábado en la primera mujer que gobernará Costa Rica y cuyos principales retos serán el crecimiento económico, la generación de empleo, el combate a la inseguridad y el tráfico de drogas.
La politóloga de 51 años celebrará su toma de posesión con un acto al aire libre al que asistirán nueve mandatarios, dos miembros de casas reales, miles de estudiantes y público en general.
“Quiero que sea una fiesta para el pueblo”, expresó Chinchilla cuando anunció el sitio para el evento: el parque La Sabana en el corazón de la capital.
El primer invitado en arribar al país fue el príncipe español Felipe de Borbón. Entre los gobernantes confirmados al traspaso figuran, además de todos los centroamericanos, el ecuatoriano Rafael Correa, el colombiano Alvaro Uribe, Felipe Calderón de México y Mikheil Saakashvili de Georgia.
Una de las delegaciones más numerosas será la de China, país que estrenó relaciones diplomáticas con Costa Rica hace casi tres años. Será liderada por Li Bin, ministra de Población y Planificación Familiar.
Chinchilla, quien ganó las elecciones del 7 de febrero con casi el 47% de los votos, prefirió una fiesta popular a una sesión solemne, así el cambio de gobierno estará marcado por representaciones de tradiciones populares y cerrará en la noche con un concierto con reconocidos artistas del istmo, como el panameño Rubén Blades, el nicaragüense Perrozompopo y el guatemalteco Lenín Fernández.
Pero más allá de la celebración, Chinchilla iniciará su periodo de cuatro años afrontando una contracción en los ingresos y una economía que apenas muestra signos tímidos de recuperación.
Luego de ostentar un superávit fiscal por dos años, en el 2009 se perdió al registrarse un déficit del 3% y para el 2010 se estima en poco más del 4,5%.
La mandataria promete que sus esfuerzos estarán centrados en estabilizar de nuevo el crecimiento del país, aprovechando que algunos de los principales indicadores van en alza, como las exportaciones y el turismo, junto a una inflación que al cierre del año pasado se ubicó en un 4%, una cifra positiva para una nación acostumbrada a un índice de dos dígitos.
Otro de los desafíos para la administración que llega será enfrentar el tema de la inseguridad y la lucha contra el narcotráfico. Para esto Chinchilla saca a relucir su experiencia anterior como ministra de Seguridad, afirmando que no “teme a los carteles” y apoyándose en un equipo que dijo “es sinónimo de valentía y honorabilidad”.
Como novedad creó el puesto de Comisionado Nacional Antidrogas, que coordinará no solo las acciones internas entre los diferentes organismos involucrados con el tema, sino que tendrá que vigilar porque los instrumentos de cooperación operen como deberían, entre esos el de vigilancia marítima conjunta con Estados Unidos.
Una vez que haya tomado posesión del cargo, Chinchilla realizará su primer consejo de gobierno, con un gabinete en el que destacan casi el 50% de mujeres como jerarcas en ministerios, algunos clave como Comercio Exterior y Trabajo.
Su primer acto como presidenta será la firma de varios decretos, entre esos el que ordenará la creación del Comisionado Antidrogas, pero otro es el que ha llamado especialmente la atención: una moratoria a la minería a cielo abierto, algo que marcará distancia con el gobierno de Oscar Arias, del cual fue vicepresidenta.
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