* No por mucho madrugar…
Por Gilberto Lavenant
Este jueves 6 de mayo iniciaron formalmente sus respectivas campañas los candidatos a los diversos puestos de elección popular. Llaman la atención, principalmente, aquellos que contienden por las alcaldías de los cinco municipios de Baja California y por lo que a nosotros corresponde, pues sin duda alguna quienes aspiran a ser Alcalde de Tijuana.
Aquí, compiten dos Carlos, con personalidades totalmente distintas. Esto se reflejó en el tipo de arranque de sus respectivas campañas.
El Carlos jóven, el panista, desesperado como caballo brioso, no dispuesto a perder ni un solo minuto, empezó precisamente a medianoche, al primer minuto de iniciado el término legal permitido para ello. Aquello de que “…No por mucho madrugar, amanece más temprano”, no lo consideró para nada.
Carlitos Torres Torres optó por la frase que dice todo lo contrario : “Al que madruga, dios lo ayuda”. Aunque en su primer día de campaña, evidentemente, no durmió. Quizás pueda decirse que su juventud le permite eso y mucho más.
Por su parte don Carlos, el priísta, inició sin precipitaciones, sin prisas, sin aceleres. Ya no es un jóven y no se puede dar el lujo de madrugar o desmañanarse.
Carlos Bustamante Anchondo, el empresario, en el arranque de su campaña, saca a relucir su experiencia, su sensatez, su madurez. Sabe que la campaña política no es una loca aventura. Se va a hacer lo que se pueda hacer. No más.
Imaginen a Carlitos, como esos niños inquietos, que les dan cuerda y no tienen para cuando parar. Inquietos como ellos solos. Que suben y bajan, que corren y saltan. Tarde que temprano se habrá de cansar y su hiperactividad no significa, ni garantiza, que tendrá certidumbre y contundencia en sus actos. Los aceleres, no llevan a nada bueno.
Parece que lo decía por ahí el precandidato panista, Alejandro Monraz : Tijuana es una ciudad jóven, con problemas serios, que tienen que tratarse con seriedad.
Y habría que advertir que vale más paso que dure y no trote que canse. La campaña por la Presidencia Municipal de Tijuana, no es un maratón. No es una prueba de resistencia física. Se requiere, sobre todo, experiencia y capacidad.
Demos tiempo a los candidatos para que muestren si tienen ambas cosas. Si tienen la experiencia suficiente y capacidad bastante para gobernar a Tijuana, para dar un trato adecuado a la problemática que aqueja a los tijuanenses y lograr encontrar las soluciones anheladas.
Aún es temprano para hacer un juicio fundado y más o menos acertado. Lo que al final de cuentas saldrá sobrando, cuando los tijuanenses emitan sus votos el próximo 4 de julio.
Entonces, saldrá sobrando si es jóven o maduro, si tiene experiencia o es improvisado, si es capaz o inepto. Entonces, ya ni llorar será bueno. Habrá que enfrentar tres años de lamentos, de quejas, se críticas, de señalamientos.
Entonces surgirán los defectos de los iístas, priístas o panistas, se empezarán a identificar o revelar los compromisos contraídos para lograr la postulación, caerán las caretas de los que acostumbran hacer los trabajos sucios -los Lemus, por ejemplo- y el cúmulo de promesas se irán al bote de la basura. Entonces, saldrá a relucir la verdadera personalidad de cada quien.
Recuerden que en campaña, todos los candidatos son buena onda. Atentos, simpáticos, abiertos, francos, amables. Dispuestos siempre a escuchar hasta la petición más elemental, más sencilla.
Luego en el cargo, la aparente humildad se transforma en soberbia. Se convierten en individuos inaccesibles, petulantes, semidioses cuasipoderosos. La metamorfosis no falla. Ya nadie podrá llamar por su nombre de pila a los ahora candidatos. Uno u otro, serán “Don Carlos”. Ya verán.
gil_lavenant@hotmail.com
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