sábado, 10 de abril de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

* Las diferencias
Por Gilberto Lavenant

Hay lectores, tribuneros, blogeros, cibernautas y demás aficionados a la lectura y crítica periodística, que no saben distinguir entre lo que es una columna de análisis o comentario, y una nota informativa. Entre lo que es la objetividad y la subjetividad.

Además, prefieren el camino fácil de la descalificación, en lugar de reconocer como bueno, malo o regular determinado trabajo periodístico o pretenden encontrarle origen económico, aunque el comentario sea lo más equilibrado posible.

La noticia periodística, es aquella que permite transmitir las circunstancias esenciales de un hecho o acontecimiento que puede ser de interés para el mayor número posible de personas. La regla es que la noticia debe ser objetiva, o sea decir o narrar lo ocurrido, en forma concreta. Sin hacer ninguna observación personal o comentario por parte del redactor, que pudiese inducir al lector a pensar de tal o cual manera.

En cambio, las columnas de análisis, crítica o comentario, básicamente son de contenido subjetivo, o sea están formadas a base de observaciones personales del redactor, observaciones que pueden ser acertadas o erróneas y que obviamente pueden no ser del agrado de los protagonistas, simpatizantes, seguidores, familiares o dependientes económicos, quienes por regla general de inmediato salen en su defensa.

Independientemente de sus reacciones y los motivos de las mismas, reconozcan la validez de los comentarios, críticas u observaciones. En gustos se rompen géneros y es imposible lograr uniformidad de criterios o pensamientos. Además, no es lo mismo comentar, criticar o analizar un tema o las actitudes de determinado personaje, abiertamente, utilizando el nombre real del que redacta, analiza o juzga, que hacerlo en el anonimato.

Así es que la columna de comentario, crítica o análisis, no pretende ser noticia. En algunos casos lo puede parecer, cuando se refiere a hechos poco conocidos o totalmente desconocidos, pero no puede ser objetiva, cuando su escencia es la subjetividad.

Y si hay quienes siguen pensando que se escribe por dinero, o sea que el periodismo es negocio, pues qué lástima que le merezca tan pobre valor el trabajo periodístico, que básicamente pretende señalar las fallas o excesos de quienes de alguna manera u otra inciden en nuestra vida social, ya sea porque ostentan cargos públicos o privados, que deben desempeñar con honestidad y eficiencia.

Que si unos son menos peores que otros, que si ganan los azules o los tricolores, que unos no son tan corruptos como aquellos, el periodista no anda buscando simpatías ni recompensas económicas, ni tampoco promoviendo personajes de ningún tipo, sino que la función pública sea de beneficio general, y no negocio de alguien en lo particular.
Si a los panistas de Tijuana, les imponen candidato a Alcalde, como acostumbran hacerlo los priístas, y estos lo toleran, pues allá ellos. El periodista sólo es un espectador, como cualesquier otro ante determinado espectáculo. Ni debe tomar partido, ni adoptar candidatos. Que gane el que las circunstancias le favorezcan. Bien o mal, derecho o chueco, por las buenas o por las malas.

Que puede haber periodistas, mejor dicho, dizque periodistas, que hacen cosas indebidas, como criticar por sistema o consigna, o bien a cambio de una paga o retribución económica, pues allá ellos, porque al final de cuentas todo se sabe y se les puede ubicar. Después de todo el trabajo periodístico, que no es nada sencillo, dá la medida del autor del mismo. En la mayoría de los casos, el mercantilismo, el servilismo y la simulación, se reflejan o detectan con cierta facilidad.

Por lo que respecta a Palco de Prensa, no esta al servicio de partido político alguno, ni hace labor propagandística a favor de ningún político en particular. Se critica a todos por igual y en ocasiones parece que se incide más respecto a alguien, pero básicamente en aquellos cuyos errores o excesos son más notorios.

Total, si alguien tiene información importante, de interés público, obviamente, pues que la aporte, para analizarla, comentarla o criticarla. Lo ideal sería que hubiese valor civil y se estuviese en condiciones de decir las cosas de frente, con nombre y apellidos, y no optar por lanzar la piedra y esconder la mano, que es algo común en los cobardes.

La esencia de Palco de Prensa, es la de que el periodista debe ser solamente un espectador de lo que courre en la comunidad, sin partidismos, ni apasionamientos, al márgen de intereses personales y sin involucrarse en los hechos o tema que comenta, critica o analiza.


gil_lavenant@hotmail.com

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