viernes, 19 de marzo de 2010

COLUMNA: Palco de Prensa

La “chiquillada”
Por Gilberto Lavenant


Los precandidatos panistas a la Alcaldía de Tijuana, la “chiquillada”, pues, se comportan precisamente como eso : como niños chiquitos. De los tres, o sea Carlos Torres, AlejandroMonraz y Javier Castañeda, no se hace uno.

Esta semana, por ejemplo, tratando de aparentar que son políticos maduros, con amplia experiencia, con capacidad de convencimiento, hablaron no solo de adhesiones de panistas destacados, sino que se están sumando a sus respectivos equipos, dizque operadores de sus rivales. Presumieron que eso demuestra lo valioso de su proyecto político personal. Dizque mejores que los de sus contrincantes.

Torres y Monraz, y casi al mismo tiempo, como si se hubiesen puesto de acuerdo para ello, utilizando palabras similares, explotaron el mismo tema. Ridículo, infantil, pero en fin.

Alejandro Monraz, orgulloso y con cierta jactancia, comentó, a quienes estuvieron dispuestos a escucharlo, que ha logrado que simpatizantes de los otros precandidatos de Acción Nacional, se sumen a su proyecto político y de manera especial refirió que uno de los coordinadores de la campaña de Carlos Torres, el exsindico Marco Antonio González Arenas, se unió a su equipo de campaña.

Pero lo mismo dijo Carlos Torres. También presumió que le estaba ganando simpatizantes a Monraz y dijo que el exdiputado local, Raúl Felipe Luévano Ruiz, coordinador de la precampaña de Alejandro, se había adherido a su equipo, dizque porque consideró mejor su proyecto político, que el de sucontrincante.

Por lo visto no entienden que quien cambia de bando, es que realmente no estaba con ellos y se va con los contrarios, sin duda alguna, por mera conveniencia, porque le ofrecen más beneficios políticos y económicos y no son garantía de nada. No se les puede tener confianza. A esos, se les conoce como traidores o “chaqueteros”.

Ni Torres, ni Monraz, o incluso Castañeda, deberían de andar presumiendo que se están rodeando de ese tipo de individuos. Esos que anduvieron diciendo que su precandidato era mejor que el otro. Ahora tendrán que decir que se equivocaron, que el bueno es este otro. Ni quien les crea.

Pero no se puede esperar otra cosa de la “chiquillada” panista. Para nada, ni remotamente, podrían parecerse a políticos como don Salvador Rosas Magallón, que enfrentó riesgos e hizo del discurso su principal arma para combatir al enemigo. Ahora, simples componendas. Meras figuras. Nada más,

Y algo que no han entendido, los precandidatos del PAN y los de los demás partidos políticos. Están en etapa de precampaña, que está dirigida a convencer a quienes participarán en las asambleas partidistas en las que decidirán las candidaturas.

No es necesario que hagan proselitsmo generalizado. Ese vendrá cuando ya sean postulados y tengan que ganar la simpatía de los electores en general. Se entiende la intención, pero es evidente que se desgastan, además de que derrochan recursos que luego les harán falta.

Lo que también ha quedado de manifiesto, es que unos y otros manejan proyectos no del todo sustentables, ni recomendables. Que en lugar de votos, les originará crítikcas y repudios.

Como eso de mantener en la Secretaria de Seguridad Pública al controvertido Julián Leyzaola, como si fuese el policía perfecto, cuando que la ciudad esta en el desamparo ante todo tipo de delincuentes, chiquitos y grandotes y la corporación sigue saturada de malos elementos, que supuestamente ya habian aprobado exámenes de confianza. Y agréguenle las denuncias en contra del jefe policiaco por abusos de autoridad, incluso contra los propios policías.

O bien, eso de crear un “PIRE Popular”, para encementar las calles de las colonias y fraccionamientos populares. Como si hubiesen recursos económicos para ello. Si llegan a ocupar la Alcaldía de Tijuana, se van a asustar cuando vean números y se den cuenta que el PIRE limitará las acciones urbanísticas durante muchos años. Los Alcaldes de Tijuana, en los próximos años, serán simples administradores de las deudas que heredarán.

Pero ni modo, son cosas propias de la novatez política de dichos personajes. De la “chiquillada”, pues.

Por cierto, cada día que pasa se fortalece la versión de que Carlitos Torres, será el candidato impuesto. Por algo le dicen “El IETU”. El “dedazo azul” está más que puesto para eso.

gil_lavenant@hotmail.com

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