COLUMNA: Palco de Prensa

* Saldrán chispas
Por Gilberto Lavenant

Después de varios días de ausencia total, de pronto apareció el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, René Mendívil, y en tono enérgico amenazó con recurrir a la via penal para sacudirse a quienes han tomado las instalaciones partidistas, reclamando mejores posiciones dentro de las planillas que contendrán en los comicios de julio próximo.

Pero no solo eso, Mendivil comentó lo que saben la mayoría de los priístas, aunque nadie se atreve a decirlo en voz alta, que los invasores, al menos en el caso de Tijuana con Oscar Morales y sus taxis amarillos, frecuentemente se olvidan de su filiación priísta y se ponen a los pies de los gobiernos panistas, fortaleciendo acciones que atentan incluso contra sus compañeros del PRI.

Y si eso fuese poco, Mendívil advierte que tras la toma de las instalaciones priístas, hay un fuerte patrocinio económico por parte de los gobiernos panistas, para debilitar a los candidatos priístas, a fin de restarles posibilidades de triunfo en los próximos comicios.

Los periodistas que conocieron de este posicionamiento priísta, no daban crédito a lo que escuchaban. Nunca en casos similares se habia reaccionado de tal forma. Generalmente siempre se cedió al chantaje y se atendieron los reclamos

Pero en esta ocasión, parece que si va en serio, pues se dice que el Partido Revolucionario Institucional responderá con todo el peso de la Ley y de los Estatutos para sacudirse ese lastre.

Además de que les mandó un mensaje a los chantajistas : que exijan al partido que han apoyado y al gobierno que los manipula, el PAN, que les dé sus candidaturas, porque los priístas no lo permitirán.

La advertencia no da lugar a duda alguna, pues se dice que contra cada despojo de instalaciones priístas, contra cada amenaza, golpes y lesiones, habrá denuncias penales e incluso se iniciaran procesos de expulsión.

Tan fácil que es agarrar al toro por los cuernos y hacerle frente, en lugar de taparse los ojos y los oídos, para hacer como que no ven, ni escuchan, los reclamos airados y los señalamientos de cuchupos y demás.
Mendívil fue insistente al observar que ante reclamos como el de Oscar Morales y sus choferes de los taxis amarillos, que están en posesión de las instalaciones priístas en Tijuana, exigiendo mejores posiciones en la planilla del precandidato Carlos Bustamante, el PRI no permitirá chantajes, ni actos que violenten los derechos de militantes, así como el proceso de selección de candidatos y el método utilizado para ello.

El ilegal y violento movimiento emprendido contra las instalaciones del tricolor, así como de los militantes verdaderos del PRI, para obtener candidaturas, no tiene el respaldo de la base.

Si Mendívil se atrevió a precisar tal posicionamiento, es sin duda alguna no por voluntad o iniciativa propia, sino porque de allá arriba lo mandaron al matadero. Los jerarcas priístas, léase Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, le ordenaron que lo hiciera, que se fajara los pantalones y que sometiera a los rijosos. Primero con palabras, mediante la amenaza. Si no funciona, pues recurrir a las acciones penales.

Lo interesante es que para ello, si el simple verbo no funciona y se tiene que recurrir a las instancias legales, concretamente a denuncias ante la Procuraduría de Justicia del Estado, pues seguramente la respuesta será más lenta que la de una tortuga y esto quedará en meras bravatas.

Esto apenas empieza, pero de que saldrán chispas, no hay duda alguna.

Y el que sacará la peor parte de todo esto, no será Oscar Morales y sus taxistas, que están acostumbrados a las broncas, sino el industrial Carlos Bustamante Anchondo, ahora como precandidato y después si logra la postulación, pues es obvio que tendrá que en todo momento tendrá que enfrentar reclamos, insultos, empeñones y bloqueos de parte de los pripanistas renegados.

Que conste que “el diablo”, Fernando Castro Trenti, es experto en crear infiernos y por lo tanto en avivar fuegos, no en apagarlos.
gil_lavenant@hotmail.com