* LA “NUEVA NORMALIDAD “ INEXISTENTE.
Por Sergio Anzures.
Fotos: Omar Martínez.
El COVID-19 llegó a Baja California para prácticamente quedarse, mientras descubran la vacuna que lo elimine del cuerpo humano.
Esa “nueva normalidad” que según nuestras autoridades federales y estatales íbamos a tener a partir del 31 de mayo del presente año cuando finalizó el programa de “Sana Distancia”, cada vez se hace menos caso.
Más bien estamos regresando a la vieja normalidad con algo nuevo, el tapabocas y el gel antibacterial, porque la sana distancia ya casi nadie la respeta.
Las pachangas, reuniones sociales y familiares, eventos en restaurantes y salones de fiestas en los cinco municipios, así como borracheras en antros disfrazados de restaurantes en Ensenada y Playas de Rosarito, volvieron en Baja California y ese miedo a contagiarse del coronavirus parece ya no le importa a un gran porcentaje de la población.
De esa “nueva normalidad” también tenemos el inicio del ciclo escolar 2020-2021 virtual y los juegos de los Xolos sin público, pero hasta ahí.
Todo lo demás es de la vieja normalidad, la que trajo este virus de Wuhan, China, y desafortunadamente bajacalifornianos siguen contagiadose y muriendo a consecuencia del COVID-19.
Esta pandemia ha matado más bajacalifornianos en cinco meses que cualquier otra enfermedad, incluso que la pelea entre bandas rivales de la delincuencia.
En Baja California han asesinado en 2020 a mil 828 personas y por COVID-19 han fallecido 3 mil 013 personas del 31 de marzo al 23 de agosto de este mismo año.
Si juntamos el número de muertes por asesinato y coronavirus, son 4 mil 841, a punto de llegar a los 5 mil únicamente por esas causas.
Por municipios, en Tijuana han asesinado en este 2020, mil 300 personas y por coronavirus han fallecido mil 227.
En Mexicali han asesinado a 119 personas en 2020 y por COVID-19 han muerto 1390 mexicalenses del 31 de marzo al 22 de agosto de este año.
En el municipio de Ensenada iban 233 sesinados en lo que va del año, y por coronavirus 271, del 31 de marzo al 23 de agosto del presente año.
Desgraciadamente al igual que los asesinatos que forman parte ya de lo vida cotidiana de los bajacaliforniano, ya no hay capacidad de asombro con los fallecimientos por COVID-19.
Únicamente afecta a los familiares y amigos más cercanos de la persona contagiada y fallecida por esta enfermedad.
En sus transmisiones diarias, el secretario de Salud del Estado, Alonso Pérez Rico sigue llamando a los bajacalifornianos a la sana distancia, a no organizar reuniones en la casa ni acudir a fiestas, que sigamos cuidándonos.
Desafortunadamente pocos son los ciudadanos que hacen caso al secretario Pérez Rico, algunos por necesidad de trabajar y llevar comida a su familia, además de inscribir a sus hijos en el inicio del ciclo escolar virtual.
Otros no respetan los llamados diarios del secretario de Salud, simplemente porque les vale, no les importa.
Algunos gobernantes de Baja California tampoco respetan la sana distancia y el uso del cubrebocas, hay ejemplos de sus reuniones, fiestas privadas prácticamente como en la vieja normalidad.
El gobierno del Estado mantiene a Baja California en color rojo —alerta máxima— del semáforo de riesgo de la pandemia, y la mayoría de los bajacalifornianos mantienen una movilidad y conviven en el color amarillo y verde, por lo que los contagios y fallecimientos continuarán.
Es la realidad de la “nueva” o más bien vieja normalidad.
Presiona la imagen y...
--------------
No hay comentarios:
Publicar un comentario