* “Mi familia decidió llevarme con el sacerdote del pueblo quien me enseñó latín y los 16 mil 200 fonemas del idioma náhuatl, después fue que aprendí los 104 secretos que debe saber un guardián de los volcanes”, relató el autor de “El camino del ensueño” Juan Tufiño Bautista.
TIJUANA.- Un llamado a la reflexión, fue el tema principal de la presentación del libro “El camino del ensueño” de Ernesto Arellano Tosca y Juan Tufiño Bautista, que tuvo lugar en la Sala Federico Campbell del Centro Cultural Tijuana, organismo de la Secretaría de Cultura, este sábado 20 de julio.
La narradora de cuentos Bertha Denton y Juan Tufiño Bautista, uno de los autores, conversaron con el público sobre la importancia de la historia y la sabiduría ancestral de los pueblos originarios en la transformación de la sociedad actual y de la necesidad de cambiar la visión de apego que tenemos como sociedad.
“El conocimiento que conlleva este libro es sabiduría pura, es información que nunca encontrarás en las escuelas ni en las universidades, aquí se relatan los secretos de la cultura náhuatl compartidos de una generación a otra desde hace siglos”, señaló Denton.
Tufiño Bautista se presentó a sí mismo como macehualli, un grupo especializado dentro de la sociedad azteca, cuyos cantos, palabras, danza y actos rituales, son dedicados al Tloque Nahuaque Ipalnemohuani, el omnipresente dador de vida, “quien derramaba sobre su ombligo el alimento que nutre el espíritu, el alma, a lo intangible”, explicó.
El autor de “El camino del ensueño”, quien se ha dedicado a recoger la historia de Autlautla, un pequeño municipio del Estado de México, localizado a los pies del volcán Popocatépetl, afirmó que ese vocablo en náhuatl significa lugar barrancoso y reveló que los macehuales son conocidos también como los guardianes de los volcanes.
“Mi abuela era curandera y fue la anterior guardiana de los volcanes, después de dejar la escuela primaria, mi familia decidió llevarme con el sacerdote del pueblo quien me enseñó latín y los 16 mil 200 fonemas del idioma náhuatl, después fue que aprendí los 104 secretos que debe saber un guardián de los volcanes”, abundó Tufiño.
En 2010 conoció a Ernesto Arellano Tosca, quien estudió Filosofía y Letras en la Universidad Autónoma de México y juntos decidieron escribir este libro con los conocimientos del Tufiño como macehual, “El trampolín para el desarrollo mental proviene del desapego de lo físico a lo emocional, de lo emocional a lo mental, debemos aprender a reconocer la dignidad la libertad que simboliza el toque del caracol de las antiguas civilizaciones” dijo el escritor, al referirse a una parte de su libro.
Para llegar a “El camino del ensueño”, según explico el autor, “se debe seguir el camino del corazón para llegar al amor; ese fue uno de los principios que mi madre me enseñó, así como asimilar el desapego, porque en el apego a las cosas es donde se originan varios de los malos sentimientos, por ejemplo, los celos; cuando la humanidad aprenda el desapego, se van a solucionar muchas enfermedades, la gente va a vivir bien. La felicidad está en el desapego, no en los bienes materiales”, concluyó el originario de Autlautla.
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