El suceso ocurrió a las 10:40 horas, cuando los comunicadores entrevistaban a una mujer que salía de la Sindicatura Procuradora donde presentó por segunda ocasión una denuncia contra un elemento de la SSPM, identificado como José Francisco Munguía quien atentó contra su integridad física tras obstruir la entrada a la casa de la denunciante. A punto de continuar con más detalles de lo sucedido, el oficial identificado como Ivan Rey Pineda, que traía una placa que rezaba: supervisor, junto con otros dos policías (uno sin portar gafete) interrumpieron la entrevista, para pedir a los reporteros que se identificaran atentando contra la libre expresión de las ideas en un recinto público.
Aún con esto los reporteros proporcionaron el nombre y el medio para el que trabajaban. Pero necios insistieron en ver un gafete o una identificación tipo “charola” y exigieron esta vez de forma prepotente una identificación, además dijeron que si teníamos permiso del Ayuntamiento, en particular de comunicación social para realizar entrevistas.
Los policías que se mostraron ignorantes de las leyes que autorizan la libertad de entrevista y de información de una ciudadana quejosa insistieron en acudir a comunicación social mientras de manera gansteril y ridícula acariciaban la pistola.
Al observar lo que estaba aconteciendo la entrevistada se alejó y los reporteros fueron tras ella, sin embargo, los oficiales les impidieron el paso y mostraron aparente enojo, al mismo tiempo que el supervisor colocaba su mano por debajo de su arma y exigía que se le enseñara un gafete.
Al ver la negativa, los oficiales condujeron a los comunicadores y en el camino de forma amenazante decían que los iban a detener.
Ya una vez dentro de la dependencia de comunicación, uno de los reporteros pidió hablar con los encargados para que verificaran que efectivamente pertenecía a los medios de comunicación.
Al estar corroborando los datos, los oficiales amenazaron nuevamente a uno de los reporteros con detenerlo por chistosito, ya que este les dijo que sí efectivamente nos detuvieron la marcha, a lo que el oficial mencionó “en nuestra casa hay reglas”, para lo que el reportero replicó “en la mía también”, sin burla.
Ya una vez verificado los datos y hacerles ver que efectivamente eran reporteros, los oficiales de una forma intimidante pidieron los datos personales de los reporteros, apuntándolos en una hoja blanca, sin argumento en torno a lo que harían con esa identidad.
La actuación de este grupo de ignorantes del derecho nos pone a pensar ¿Qué violaciones tan elementales son capaces de cometer estos sujetos vestidos de azul marino que los hace pensar que tienen la razón vejando al ciudadano? ¿Esa es la academia que se les proporciona? ¿Esas cuentas entregan a sus familias y ese el ejemplo a sus hijos?
Exigimos castigo a estos ineptos que mostraron ser peligrosos por su escasa educación, pero más peligrosos por el puesto que les hemos prestado sin que tengan el mínimo de asomo que su misión es servir y no reprimir.
¿Valientes con armas? La respuesta es cobardes con ellas abusando de la representación que tienen de la autoridad que por ahora es interina. FUENTE: http://www.diariotijuana.info/policias-municipales-transgreden-la-libertad-de-expresion/
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