Por Gilberto Lavenant
La clase política mexicana, se cimbró este fin de semana, cuando el periódico capitalino El Universal, publicó una noticia de su corresponsal en Washington, en el que señala, que la influyente revista The Economist, señaló al diputado federal Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la fracción parlamentaria priísta, como “el hombre llamado a reconducir la crisis desde la Secretaría de Gobernación”.
Esto, indica, derivado de los acontecimientos del caso Ayotzinapa, relativo a la desaparición y muerte de 43 estudiantes normalistas, en base al cual se ha evidenciado que Miguel Angel Osorio Chong, titular de la Secretaría de Gobernación, no ha podido con el paquete.
Lo comentaba ayer el columnista autor de Palco de Prensa, que en tanto que el Presidente de México, ostenta la representación oficial del país y la dirección de las políticas nacionales, su brazo derecho, lo es el titular de la Secretaría de Gobernación. Que a este último, corresponde vigilar en todo momento la vida nacional y actuar, cuando se requiera, para enfrentar y resolver, todo aquello que amenace la paz interior y atente contra la seguridad y libertad de los mexicanos.
Decía, que son enormes las responsabilidades del Secretario de Gobernación. Y que lo ocurrido a los normalistas, así como la masacre de los militares en Tlatlaya, Estado de México, evidencian fallas de la institución a cargo de Osorio Chong.
Recalcaba, que el titular de la Segob, no está solo. Que dispone de sistemas de vigilancia e información. Que en cada entidad federativa, cuenta con un delegado o representante, que le debe informar sobre cualquier evidencia de hechos, o conductas, que amenacen la paz interior.
Subrayaba, que el crímen organizado, la corrupción de las corporaciones policiacas. La confabulación entre criminales y políticos, es inconcebible que pasen desapercibidas. Si el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, hiciese su tarea, cabalmente, hechos como los de Iguala, Guerrero y Tlatlaya, Estado de México, no hubiesen ocurrido. Pero que, evidentemente, quizás ni siquiera ha detectado los síntomas de descomposición del Estado de Derecho Mexicano. Sumamente lamentable.
La recomendación de la revista en mención, es de una enorme trascendencia. Le está diciendo que Osorio Chong, no va a poder “sacar al buey de la barranca”. Que necesita retirarlo del cargo. Y hasta le da el nombre del hombre ideal : Manlio Fabio Beltrones.
La verdad, podría decirse que la recomendación sale sobrando. Es más que notorio que, en el caso de Iguala, Guerrero, es una comunidad sometida por políticos y narcotraficantes, como muchas otras comunidades en el país. Que si hiciera uso de los sistemas de información política, con que cuenta la Secretaría de Gobernación, Osorio Chong debió enterarse de eso, oportunamente y tomar las medidas que estimara pertinentes.
Por lo tanto, la masacre de los normalistas, llevada a cabo precisamente por narcotraficantes y políticos corruptos, no se detectó, ni se previó y evitó a tiempo, por la negligencia del Secretario de Gobernación. Por eso, es válida la recomendación.
Es innegable, la experiencia política del recomendado. En 1988 fue Subsecretario de Gobernación, bajo el mando de Fernando Gutiérrez Barrios, uno de los últimos hombres fuertes al frente de la Secretaría de Gobernación.
Pero…hay varios peros. El primero, es que a ningún político, en este caso al Presidente Enrique Peña Nieto, le gusta que le recomienden a alguien. Aunque con su propia hoja de servicios fuese suficiente, no lo acepta, si no es su amigo.
Aceptarlo, sería tanto como reconocer que Osorio Chong, no pudo con el paquete, y que los ajenos se lo están señalando. De paso, que le están recomendado a alguien en particular.
Pero algo más, estando al frente de la Secretaría de Gobernación, se daba casi como un hecho, que Miguel Angel Osorio Chong, estaba destinado a ser el candidato priísta a la Presidencia de la República, para los próximos comicios presidenciales. Al retirarlo de la Segob, prácticamente se pierde esa posibilidad.
Osorio Chong, es de los cercanos de Peña Nieto. En él descansa enormes responsabilidades. Le tiene confianza y sabe que le es leal. Retirarlo del cargo, es como cuando el manejador de un equipo de beisbol, se acerca al pitcher y le pide la bola, para darla al lanzador relevista. Precisamente porque lleva perdido el juego y nada más no puede.
Por el otro lado, de aceptar que Beltrones, se haga cargo de la Secretaría de Gobernación, Peña Nieto le daría la oportunidad de estar a la cabeza de los aspirantes a la Presidencia de la República en el 2018. Manlio Fabio tendría en sus manos, no solamente el control y manejo de la política interna del país, sino además, información privilegiada que le permitiría fortalecer su posición. Sería difícil, que alguien más lo desplazara. Aunque fuesen amigos de Peña Nieto.
Pero, ese es el principal pero. Manlio rivalizó con Peña Nieto, por la candidatura presidencial en el 2012. Contra su voluntad, tuvo que desistir, cuando se dió cuenta que las fuerzas políticas priístas, ya habían concertado para llevar a la Presidencia de México al exgobernador del Estado de México. Aún se recuerda aquella despedida : “mañana, empiezo otra vez”.
Se supone, que en el 2016, Manlio Fabio iniciaría su precampaña para la Presidencia de la República. Que ante tales aspiraciones, es probable que antes sea retirado “por motivos de salud” o enviado fuera de México en misión diplomática. Pues al no ser amigo de Peña Nieto, no está en su lista de prospectos para sucederlo en el cargo presidencial.
Es importante la recomendación de The Economist, a favor de Beltrones. No se debe subestimar. Pero…otro pero, como los políticas son necios, seguramente Peña Nieto tolerará a su amigo Osorio Chong, en la Secretaría de Gobernación, aunque continúe la descomposición social del país.
¿Cuántos casos más, como los de Tlaltlaya e Iguala, soportará México, antes de estallar ?
gil_lavenants@hotmail.com
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