Cual si fuera una feria de pueblo a los diputados de la entidad. Federales y estatales, les ha dado por presentar su circo denominado ¨Primer informe de labores legislativas¨, evento en el que a través de imágenes y peroratas demagógicas, intentan justificarse ante sus conciudadanos por su incapacidad, ineficacia e ineficiencia parlamentaria, que resulta ofensivamente onerosa para sus representados.
Con esta costosa parafernalia, los legisladores buscan desesperadamente cambiar la pésima imagen que guardan ante la sociedad, manifestando sus grandes ¨logros¨ a favor de los ciudadanos, ocultando las soterradas negociaciones que realizan con sus congéneres o con los interlocutores enviados por el ejecutivo, en las que ponen un precio a su voto.
El mejor ejemplo de lo anterior, es sin duda el vodevil que armaron los diputados priistas, René Mendivil, David Rubalcaba y Miriam Ayón, quienes ante la presencia de su dirigente nacional, Cesar Camacho, presentaron un ¨detallado¨ informe de actividades realizadas por ellos en beneficio de los bajacalifornianos, eso sí, sin mencionar las oscuras negociaciones que llevaron a efecto y que desembocaron en situaciones como la aprobación de 42 millones anuales durante diez años a favor del CRIT, o la autorización al ejecutivo para contraer deuda por mil millones de pesos, solo por señalar algunas.
Demuestran que su obtusa mentalidad no les permite asimilar que, solo son unos simples empleados de quienes pagan sus impuestos para que ellos y sus familias gocen de lo mejor, que se encuentran obligados a brindar cuentas de sus acciones y a presentar buenos resultados a sus representados.
Que no hacen ningún favor al presentar informes de sus labores legislativas, y que este hecho no los va a ser merecedores de un monumento, bueno en todo caso, si merecen la mayoría de ellos se les reconozca con una efigie su estulticia, su incapacidad, su ineficacia y corrupción.
Por desgracia para los ciudadanos y como no es el dinero de ellos el que gastan en los eventos que arman, seguiremos observando el síndrome de la ¨¨informatitis legislativa¨ de quienes se consideran por su exigua inteligencia, adalides parlamentarios, y que no son, más que unos remedos de diputados.
Y si con eso no basta, también hay regidores…
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