La llegada de Jorge Astiazarán Orci a la presidencia municipal de Tijuana, constituye un peligro para los tijuanenses, tanto para residentes, como para aquellos que poseen bienes inmuebles en la ciudad, pero radican al otro lado de la frontera o en el interior de la república. Hoy, como nunca, están expuestos a ser despojados de sus propiedades.
Lo anterior, se presenta hoy como un altísimo riesgo para los propietarios de inmuebles, pues desde el ayuntamiento, el secretario Bernardo Padilla Muñoz, dispondrá del padrón catastral y estará en condición como nadie, de revisar a detalle el registro de morosos, con particular acento en aquellos de los que no se tienen noticias desde hace años.
Y es que el despojo de inmuebles en agravio de ancianos, es una práctica recurrente en los Padilla. Para nadie es un secreto que la invasión y despojo de grandes extensiones de tierra, es el sello de familia que acuñó Praxedis Padilla González, desde los años en que sirvió en el gobierno de Milton Castellanos Everardo.
Aunque muchas propiedades mantienen en pleitos legales a los Padilla, buscando acreditar la legal propiedad, el heredero del abuso y el atropello, Bernardo Padilla Muñoz cumple a cabalidad la frase acuñada por su padre desde que, en ausencia, empezó a despojar de sus propiedades a personas desvalidas o ausentes; anciano, la mayoría de ellos: tu consuma la invasión y luego acreditas la posesión.
Precisamente en estos días, el flamante y corrupto secretario, el mismo que se atasca los bolsillos con dinero producto de la extorsión a cantineros, tratantes de blancas, transportistas corruptos y más y más fauna que sobre vive gracias a la ilegalidad que se atiza desde el ayuntamiento, se frota las manos para empezar a recuperar los invertido para llegar al cargo, mediante el operativo que anuncia ser el mayor y más escandaloso despojo inmobiliario en la historia de Baja California.
Para saciar la voracidad familiar por los bienes raíces, el secretario del ayuntamiento, Bernardito Padilla ya tiene identificadas más de un centenar de propiedades, la mayoría de ellas localizadas en los fraccionamientos que forman el polígono que va del Hipódromo de Aguacaliente, hasta Cumbres de Juárez. Puras propiedades que parecen abandonadas.
A Padilla Muñoz, el secretario de gobierno impuesto por el ingeniero Jorge Hank, lo que menos le importa es si se paga o no el predial, si ingresa o no dinero a las arcas del municipio; a él lo que le interesa, en lo que está atento y tiene atentos a los integrantes de su pandilla, es en aquellas propiedades que le interesan y que sabe que se encuentran abandonadas y con altísimos adeudos por predial.
Una viejo tijuanense, con el que compartimos amistad Praxedis Padilla González y este reportero, me confió que el popular despojador en Baja California y padre de Bernardo, le dijo que ya poseen un amplio padrón de propiedades de los que se adueñarán y que, según él, con que se apropien sólo de 1 de cada 3 inmuebles, estarán en condición de triplicar la cantidad de bienes raíces que poseen. Es más, los Padilla y su pandilla, están invitando al negocio a algunas amistades. Así se las gastan.
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